EFE
El gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) marcha hacia su III congreso, un evento que busca reforzar la unión de sus militantes en tiempos turbulentos en los que las críticas internas, aunque públicas, a la gestión de Nicolás Maduro, desvelan el descontento de un sector del chavismo.
El mandato de Maduro, el primer Gobierno chavista tras la muerte del impulsor de la llamada "revolución bolivariana" Hugo Chávez (1999-2013), se enfrentó en las últimas semanas a las primeras críticas públicas hechas por los mismos militantes del PSUV, señalamientos que inició el exvicepresidente de Planificación Jorge Giordani.
El también exministro de Planificación, ficha importante en el Gabinete de Chávez a lo largo de sus catorce años de Gobierno, fue relevado de su cargo el 17 de junio pasado y, un día después, difundió una carta cargada de críticas a la gestión de Maduro, especialmente a las decisiones tomadas en el área económica.
Que Maduro "no transmite liderazgo", que hay "una sensación de vacío de poder en la Presidencia", que el jefe de Estado no le ha hecho caso a sus consejos y ha manejado el gasto público de manera descontrolada "sin un programa fiscal encuadrado en una planificación socialista", son parte de las críticas de Giordani.
Una semana después de la difusión del escrito, otro exfuncionario chavista y miembro de la dirección nacional del PSUV Héctor Navarro, hizo pública otra carta, difundida por la exministra Ana Elisa Osorio, en la que pidió que se investiguen las irregularidades en la entrega de divisas administradas por el Gobierno.
A Navarro los señalamientos le valieron su suspensión del partido y el pase al tribunal disciplinario de la organización política.
Asimismo, el diputado chavista, Freddy Bernal, dijo recientemente que el Gobierno ha cometido errores en la aplicación del modelo económico y que no ha habido un buen manejo de las empresas que han sido intervenidas durante los gobiernos de Chávez y Maduro.
El jefe de Estado reaccionó a las críticas de Giordani y Navarro diciendo que no hay excusa para "traicionar" el proyecto revolucionario que inició Chávez y criticó los "grandes egos" de algunos "compañeros", al tiempo que calificó a los exfuncionarios de "desconsiderados" y de formar parte de la "izquierda trasnochada".
Esta semana, en el marco de los preparativos del congreso del PSUV, altos dirigentes del partido como el presidente del Parlamento, Diosdado Cabello, y el canciller de Venezuela, Elías Jaua, pidieron a los más de 7.500 millones de psuvistas inscritos que se mantengan "unidos" pese a las voces críticas.
Cabello dijo este viernes que el chavismo no se dividirá y pidió a los militantes dejar de conformar "grupos" dentro del partido y les advirtió que si la oposición llega a la Presidencia irá a por la familia de los "revolucionarios" porque los "odian" pues no pueden soportar "que los pata en el suelo" gobiernen "la patria".
Jaua, por su parte, calificó de "mezquinos" los que por soberbia o indignación "quieren restarle méritos al liderazgo" de Maduro.
Al margen de estas exhortaciones, chavistas críticos se han organizado en los últimos días para tratar de generar soluciones a la crisis política dentro de la revolución y una corriente del PSUV llamada Marea Socialista prepara un documento con observaciones y propuestas que serán entregados al partido.
El profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Central de Venezuela (UCV) Nicmer Evans, que además milita en el PSUV, dijo a Efe que no solo Navarro fue remitido al tribunal disciplinario del partido, sino también Giordani.
Asimismo, Evans aseguró que, aunque "la mayoría del partido no está de acuerdo con Giordani como persona" ni como el ministro que fue, al menos dos tercios de los psuvistas "está de acuerdo con la preocupación y la necesidad de investigar lo dicho por el exfuncionario sobre el derroche de los recursos del Estado.
Diversos sectores del chavismo "un 50 % del partido", dijo, piden "con una visión crítica" la "revisión, la rectificación y el reimpulso" del PSUV pero no pueden hacer estos planteamientos en el marco del congreso que se realizará del 26 al 29 de este mes pues el sistema de participación en el evento es "excluyente".
A juicio del politólogo, con el Gobierno de Chávez había un "hiperliderazgo" y con el de Maduro hay una "hipersensibilidad" a las críticas a la revolución, señalamientos que aseguró que "no son nuevos" pues, según él, se iniciaron en 2009.
Sin embargo, Evans dice que la crisis económica que sufre el país y que "se hizo más compleja a partir de 2012″, cuando el presidente Chávez anunció que sufría de cáncer, causó "una raspadera de olla crónica" y desató una ola de corrupción que puso más difícil el cuadro económico venezolano y desató el descontento interno.
A Evans estas y otras críticas que ha hecho al oficialismo lo han hecho receptor de insultos desde el mismo partido, donde algunos de sus compañeros lo acusan de ser un "asalariado de la CIA".
2014-07-12