EFE
La Organización de Estados Americanos (OEA) comenzó con tres horas de retraso su debate sobre dos propuestas de declaración acerca de la situación en Venezuela, dos vías alternativas de actuación al proceso de la Carta Democrática que este martes activó el secretario general, Luis Almagro.
La sesión extraordinaria la había solicitado la misión de Argentina, que ostenta la presidencia rotatoria del Consejo Permanente, para votar una declaración conciliadora sobre Venezuela que había consensuado con un grupo de países en la última semana.
Sin embargo, al iniciarse el Consejo, el embajador de Venezuela ante la OEA, Bernardo Álvarez, pidió suspender la sesión para convocar el Consejo Permanente que su misión solicitó el lunes, según dijo, horas antes que la misión de Argentina, sin que se atendiera su petición.
Venezuela, apoyada por sus socios de la Alianza Bolivariana Nicaragua y Bolivia, forzó un receso que se alargó más de una hora y en el que los embajadores se reunieron de manera informal formando corrillos en los pasillos de la sede del organismo en Washington.
"Se trata de un problema de principios, ningún país va a aceptar que se haga una declaración sobre él sin su autorización y mucho más cuando el propio país está haciendo la solicitud de un Consejo y ha presentado una declaración", argumentó Álvarez para explicar su petición.
Finalmente se acordó iniciar una nueva sesión del Consejo Permanente de manera inmediata bajo el acuerdo de que quedaba convocada por Venezuela y el bloque de países liderado por Argentina y México que busca una vía intermedia y conciliadora.
En la sesión se debaten dos proyectos de declaración, uno presentado por Venezuela y otro por Argentina, copatrocinado por Barbados, Brasil, Canadá, Costa Rica, EEUU, Honduras, México, Panamá, Perú, Guatemala, República Dominicana y Uruguay.
El proyecto de declaración de Venezuela afirma el "pleno respaldo a la institucionalidad democrática y constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, cuyo Gobierno preside Nicolás Maduro Moros, y rechaza categóricamente cualquier intento de alteración del orden constitucional venezolano".
Además, da su "apoyo a la iniciativa de diálogo acompañado por Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) y los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero de España, Leonel Fernández de República Dominicana y Martín Torrijos de Panamá, a instancia del Gobierno venezolano para la promoción del bienestar del pueblo, garantizar la paz y la soberanía de Venezuela".
El proyecto de declaración liderado por Argentina afirma "el fraternal ofrecimiento a la hermana República Bolivariana de Venezuela a fin de identificar, de común acuerdo, algún curso de acción que coadyuve a la búsqueda de soluciones a su situación mediante un diálogo abierto e incluyente entre las autoridades y todos los actores políticos y sociales de esa nación para preservar la paz y la seguridad en Venezuela".
Asimismo, da su respaldo al diálogo impulsado por Unasur y los tres exgobernantes "para la reapertura de un diálogo efectivo entre el Gobierno y la oposición, con el fin de encontrar alternativas para favorecer la estabilidad política, el desarrollo social y la recuperación económica" de Venezuela.
Almagro no asiste hoy al Consejo Permanente, aunque está en su despacho del edificio principal de la OEA, porque su apuesta es la aplicación de la Carta Democrática, un instrumento jurídico muy sensible que abre un proceso que podría llevar a la suspensión de Venezuela del ente.
El secretario general invocó ayer el artículo 20 de la Carta para activar este proceso y pedir la convocatoria de un Consejo Permanente extraordinario entre el 10 y el 20 de junio que aborde la situación en Venezuela por considerar que "hay una alteración del orden constitucional que afecta gravemente al orden democrático".
2016-06-01