Andreina Domínguez U.
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La noticia con la que despertó el país este 30 de marzo, en la que la Sala Constitucional del Máximo Tribunal se atribuye las funciones del Poder Legislativo mientras éste se mantenga en "desacato", conmovió a decenas de venezolanos, voceros de oposición y hasta políticos internacionales, quienes a través de distintos medios rechazaron la sentencia por considerarla un "golpe parlamentario" que abre las puertas a la "dictadura".
Desde el patio central de la Asamblea Nacional (AN), el presidente de la instancia, Julio Borges, dijo que la sentencia es un completa "basura", por lo que rompió públicamente dicho oficio. "Esto no tiene otro nombre que dictadura y golpe de Estado. Nicolás Maduro tiene todos los poderes de la Constitución otorgados por una sala ilegal. Venezuela no tiene Constitución", fustigó.
Asimismo, recordó que la mayoría opositora representada por la Mesa de la Unidad Democrática fue electa por la cifra histórica de "14 millones de venezolanos".
Interés económico
Según Borges, el trasfondo de la sentencia es que le otorga todo el poder al Presidente es para endeudar el país, "es para tratar de evitar el control de la Asamblea ante cualquier alianza estratégica entre el Gobierno y empresas extranjeras (…) para que la AN no norme las explotaciones petroleras", dijo, a lo que advirtió, que todos los acuerdos petroleros que no pasen por el Legislativo son nulos.
"Las petroleras que hagan alianzas con el Gobierno serán anuladas. A la CAF le decimos que ese préstamo que solicitó Nicolás Maduro es ilegal", reiteró.
La misma postura asumió el gobernador de Miranda, Henrique Capriles, quien también consideró lo ocurrido como un "golpe de Estado" que "no se puede calificar de otra forma, sino como una dictadura". Resaltó que "hasta ahora el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ha anulado todas las leyes aprobadas por el Parlamento".
Al igual que Borges, Capriles afirmó que el propósito del TSJ de expropiar las funciones legislativas, busca "aprobar recursos al Gobierno". Por otro lado, señaló que se "pisotea" la expresión popular de los venezolanos que eligieron a sus diputados. "Ellos nos robaron el derecho a tener elecciones y ahora materializan el cierre de nuestro congreso", exclamó.
El parlamentario Henry Ramos Allup, por su parte, dijo: "Es un Tribunal fraudulento que interpreta la Carta Magna contra su propio texto". Agregó que el "el alto mando militar está de espalda a la Constitución". No obstante, recalcó que los diputados no pueden tirar la toalla, pues el deber es "seguir haciendo el trabajo".
A la calle
Ante la tensa situación que enfrenta la AN, Julio Borges convocó a la población venezolana a salir mañana a las calles para protestar en contra de las decisiones del TSJ. "Esperamos que el pueblo nos acompañe, sabemos que hay miedo y represión, pero es el momento de ponernos de pie", agregó.
2017-03-30