Un juez investiga la supuesta responsabilidad de dos técnicos de gas en la explosión en un edificio de la ciudad argentina de Rosario que causó al menos 10 muertos, 63 heridos y 11 desaparecidos, quienes eran buscados el miércoles entre los escombros por los rescatistas.
El juez Juan Carlos Curto dijo que Carlos García, uno de los dos gasistas sospechosos de haber cometido alguna impericia cuando revisaban la víspera una válvula reguladora de gas en el edificio dañado, "habría salido corriendo" cuando estaba a punto de ocurrir el estallido. El otro -cuya identidad no trascendió- intentó "evitar que pasaran vehículos y personas". Los dos hombres están detenidos.
El magistrado señaló además a la radio LT8 que hay un "testigo directo" que estaba con el gasista y su ayudante, el cual detalló los momentos previos al estallido en el edificio de viviendas formado por tres bloques de nueve plantas situado en el centro de Rosario, 300 kilómetros al norte de Buenos Aires. La tragedia está considerada la peor sufrida por esta ciudad, la tercera más poblada de Argentina.
Al parecer la explosión ocurrió por un escape de gas en los medidores de este fluido en el complejo edilicio, lo que hizo que la torre del medio se derrumbara y causara graves daños en los bloques anterior y posterior, de los que se desprendieron ventanas y mampostería. Ambos están en peligro de derrumbe.
El papa Francisco envió su pésame a los familiares de las víctimas mortales de la explosión y expresó su "paternal solicitud y cercanía" con los heridos y damnificados por la tragedia, informaron fuentes eclesiásticas. En tanto, el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Mario Poli, pidió a Dios que ponga su mano sobre el "desastre de Rosario".
La presidenta Cristina Fernández decretó el duelo nacional en todo el país el miércoles y jueves y dispuso que la bandera argentina ondee a media asta en todos los edificios públicos.
Fernández se apersonó en el lugar del accidente donde recibió tanto apoyo como abucheos de los rosarinos que se encontraban allí. Posteriormente visitó a varios heridos en un centro médico.
El oficialismo y algunos opositores decidieron suspender los actos de cierre de campaña para las primarias del domingo en las que se elegirán en todo el país los candidatos para las elecciones legislativas de octubre.
Los rescatistas están trabajando en el segundo subsuelo del edificio desplomado con una sonda de alta sensibilidad para detectar sonidos. En esa planta "se escuchó actividad" cuyo origen se desconoce por el momento, indicó Marcos Escajadillo, secretario de Protección Civil de la provincia de Santa Fe, donde se encuentra Rosario.
"La torre media fue la que colapsó y es donde se está buscando", mientras que las otras dos sufrieron importantes daños, dijo Escajadillo. Explicó que el personal de rescate va acompañado de perros entrenados y ha tenido experiencia en el terremoto de Haití en 2010.
En las últimas horas aparecieron con vida dos personas que habían sido dadas por desaparecidas. Por otro lado, se produjeron algunas contradicciones con el número de víctimas fatales que, según subrayan las autoridades rosarinas, siguen siendo 10.
Por otro lado, ingenieros están supervisando las estructuras de las edificaciones de las cuadras cercanas al inmueble dañado ya que la onda expansiva del estallido se escuchó en toda la ciudad. El área colindante al edificio parecía una zona de guerra con mampostería, vidrios y ladrillos desparramados por el suelo en 300 metros a la redonda.
Algunos habitantes que estaban atrapados en el complejo edilicio fueron rescatados por los bomberos por ventanas y balcones de la parte superior de las estructuras que lograron mantenerse en pie.
Veinte personas permanecen internadas en distintos centros médicos y tres de ellas están en terapia intensiva.
Según los testimonios de vecinos del edificio afectado, en la mañana del martes estaba previsto el cambio del regulador de gas luego de varios días con problemas en el suministro.
"Hace 15 días una mujer se quejó porque había pérdida y poca presión. Se hizo el reclamo a Litoral Gas, que constató el desperfecto. Pero igual las llamas de los calefones y las hornallas no calentaban. Entonces, el consorcio (de vecinos) consultó a gasistas para reparar el desperfecto. Ellos dijeron que había que cambiar la válvula. Ese era el trabajo que estaban haciendo", recordó Marcos Morales, uno de los habitantes del edificio, en declaraciones al diario rosarino La Capital.
José María González, gerente de Relaciones Institucionales de Litoral Gas, afirmó a Radio 10 que la empresa suministradora del fluido esperará la declaración del gasista detenido para "fundamentar cuáles fueron las causas" del hecho.
La víspera el directivo negó tajantemente que personal de la empresa estuviera trabajando en el inmueble siniestrado de forma previa a la explosión.
La fiscal investigadora del hecho, Graciela Argüelles, señaló por su parte que "hay que investigar si había protocolo para cortar el gas", en referencia a "cuál es el accionar de una empresa ante una tarea de estas características".
La justicia cuenta con pruebas documentales obtenidas en Litoral Gas, donde constan reclamos de los vecinos por pérdida de fluido el 25, 26 de julio y 2 de agosto, señalaron medios de prensa.
Hugo Bufarini, abogado de García, aseguró a medios de prensa que su cliente "es un chivo expiatorio". "Tiene más de 20 años de oficio, figura como matriculado en Litoral Gas, pertenece a la Asociación de Gasistas Matriculados de Rosario", indicó el letrado.
Pero el encargado del edificio, identificado únicamente como Pedro, afirmó al canal de cable Todo Noticias que el gasista que trabajaba en el inmueble poco antes de la explosión cometió "un error grave y se fue" y que su ayudante "disparó para otro lado porque también se asustó". "No tuve tiempo de avisarle a la gente, de salvar vidas, me siento culpable de eso", dijo el hombre entre lágrimas. Recordó además que Litoral Gas "cortó el suministro (de gas) y después lo volvió a suministrar" días atrás.
El inmueble derrumbado "colapsó de la manera que colapsaron las Torres Gemelas (en Estados Unidos). El techo de la torre perforó los subsuelos y terminó en el último subsuelo del edificio", explicó el secretario de Seguridad, Sergio Berni.
"Todo indica que el gas que escapó desde los medidores viajó hacia el interior de las cocheras. Esas cocheras van desde una torre del frente a la del contra frente pasando por la torre central. Abajo de la torre central estaba la sala de máquinas. Se supone que, ante el funcionamiento de una de las bombas, se inició la explosión", afirmó Berni.
Indicó que al parecer uno de los gasistas "aflojó el medidor sin cerrar la válvula que provee de gas al medidor, que lleva una presión extraordinaria. Esa presión hizo que saltara". /AP