Sirley Hendy Ochoa denunció la muerte de su bebé recién nacido en el Hospital Materno Infantil de Petare en el estado Miranda, donde, asegura, fue víctima de violencia obstetricia.
En un principio, la mujer asistió al Hospital Dr. Domingo Luciani, el pasado 2 de abril, para dar a luz a su bebé, Alan Samir Ochoa, cuyo peso aproximado era de 4 kilos y 100 gramos.
Ochoa solicitó un parto por cesárea, pero el personal médico insistió en que debía realizarse un parto natural.
Por esa razón la madre prefirió trasladarse hasta el Hospital Materno Infantil de Petare, donde recibió tratamiento.
Sin embargo, en el lugar, el personal se habría negado a realizarle una cesárea. Según Ochoa, la presionaron para que aceptara un parto natural.
Denunció que durante el parto sufrió maltratos por parte de las enfermeras, quienes le “dejaron los brazos morados”, por la mala colocación de las vías intravenosas.
Además, relató que le llamaban “floja”, mientras la obligaban a pujar. Las enfermeras hicieron presión sobre su barriga para forzar la salida del bebé, lo cual le causó daños a la madre. “Mi barriga me duele, de todo lo que se me montaron”, dijo.
Ochoa detalló que el doctor encargado se retiró de la sala de parto. Las enfermeras continuaron con las maniobras, hasta que finalmente parte del niño salió.
Finalmente, la madre recibió a su hijo en brazos, pero por unos pocos segundos, pues se lo retiraron casi inmediatamente.
Poco después, el personal le informó que su hijo estaba muerto. “En ese momento la actitud de los médicos cambió. Comenzaron a tratarme bien”, señaló la mujer.
Aseguró que al momento de su nacimiento, “mi hijo estaba con vida. Sentí su mano moverse”.
Molesta, Ochoa pidió que llamaran a su esposo. Posteriormente consiguió una foto del bebé, el cual, aparentemente, tenía una especie de traumatismo en el cuello, describió.
No obstante, los médicos insistieron en que el niño había nacido sin vida.
Los padres pidieron retirar el cuerpo de su bebé y denunciaron una mala praxis ante el Cicpc.
Los forenses determinaron que el recién nacido respiró durante una hora. Sin embargo, presentó un traumatismo cráneo encefálico severo.
Posteriormente, Ochoa aseguró que el personal del Materno Infantil de Petare se negó a entregarle el certificado de nacimiento, alegaban que “no podían hacer el documento porque nació sin vida”, señaló.
Por su parte, en la morgue les explicaron que no podrían retirar el cuerpo sin el certificado.
La madre reveló a que en el hospital se habrían negado a realizarle una cesárea, debido a que “tenía que pagar”.
Denunció que “el anestesiólogo pedía 100 dólares” para atender el parto asistido.
El Ministerio Público recibió el caso y realiza las investigaciones pertinentes.
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