Una representativa variedad de personas puede recibir beneficios del Seguro Social en Estados Unidos (EEUU), sepa de quiénes se trata y cómo pueden determinar su elegibilidad.
Resulta que el Seguro Social ha crecido para incluir una red de seguridad más amplia que va más allá de aquellos que han llegado a los 60 años y están listos para dejar de trabajar.
Los beneficios de jubilación son los principales pagos que realiza la Administración del Seguro Social (SSA), pero son solo uno de los grupos que tienen derechos a incentivos, como lo reseña el portal de Tododisca.
Estos aplican para todo aquel que haya trabajado y cotizado al Seguro Social durante al menos diez años.
Sus beneficiarios pueden empezar a reclamar pagos mensuales a partir de los 62 años, pero, la cantidad que recibe depende de sus ganancias y de la edad a la que comienzan a cobrar.
La discapacidad, las dificultades financieras o la muerte de un ser querido pueden hacer que alguien sea elegible para recibir apoyo, incluso si aún no está pensando en jubilarse.
Estos son los tipos de pagos adicionales que existen
Lo primero que hay que tener en cuenta es que cada programa tiene sus propias reglas, y no todos calificarán para todos los beneficios.
- Por discapacidad (SSDI): Si una afección médica le impide trabajar, y se espera que dure un año o más, es posible que califique para SSDI. Tendrás que haber trabajado en el pasado y haber obtenido suficientes créditos. No se trata de la edad; Se trata de la salud y el historial laboral.
- Para sobrevivientes: Cuando alguien que pagó al Seguro Social fallece, su familia puede recibir apoyo financiero. Esto puede incluir cónyuges, hijos e incluso padres dependientes en algunos casos. El monto del beneficio se basa en lo que la persona fallecida pagó al sistema.
- Prestaciones familiares: Incluso si ya está recibiendo pagos de jubilación o discapacidad, su cónyuge o hijos también podrían tener derecho a un cheque mensual. Muchas familias no lo saben. Estos beneficios pueden ayudar a cubrir los gastos diarios y traer un poco más de estabilidad al hogar.
- Seguridad de Ingreso Suplementario (SSI): SSI es diferente. Está destinado a personas con ingresos y recursos limitados, especialmente adultos mayores o aquellos con discapacidades o ceguera. No necesita un registro de trabajo para calificar. La financiación proviene de los ingresos fiscales generales, no de los impuestos de la Seguridad Social.
- Medicare: Esta es la parte del seguro de salud. Comienza a los 65 años para la mayoría de las personas, o antes si ha estado recibiendo SSDI durante al menos dos años. Medicare no es un beneficio en efectivo, pero puede ahorrarle miles de dólares en costos de atención médica.
La forma más sencilla de verificar su elegibilidad es abrir una cuenta de my Social Security en ssa.gov.
Ya que por medio de dicha cuenta, podrá ver su registro de ganancias, los montos estimados de los beneficios y si está en camino a la jubilación u otro tipo de apoyo.
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