JOHANN RANGEL SALAS
La primera causa de muerte oncológica en el país es el cáncer de mama, que afecta principalmente a las mujeres. En promedio siete de cada diez venezolanas mueren, y para ganarle a este mal, la prevención es fundamental.
Así lo indicó la presidenta de SenosAyuda, Bolivia Bocaranda, en la Conversa 2.0 con el director del Diario 2001, Juan Ernesto Páez-Pumar; un Instagram Live a través de nuestra cuenta @2001online.
Bocaranda considera que el Estado debe promover la prevención de esta enfermedad y dotar al sistema público de salud de equipos para el diagnóstico a tiempo por ser la diferencia entre la vida y la muerte.
“Me preocupan los grandes retrasos en los diagnósticos, en el momento preciso. Por ejemplo, si me tocaba hacerme la mamografía de control -por ser una paciente de alto riesgo- en febrero, llegó la pandemia al mes siguiente, no hice la mamografía. Corro la arruga con estos seis meses. Cualquier otro hallazgo, ya va tener un retraso, por tener las propias limitaciones de no asistir a centro de hospital, el miedo de ir a un consultorio”, alertó la activista.
Afirma que “tenemos que conversar con los médicos y tomar las decisiones más acertadas para seguir con la cultura preventiva y no por la pandemia dejar de hacer los controles”.
Hay países de Latinoamérica que tienen mejores sistemas preventivos, pero en el caso venezolano, es comparado con los países africanos por la precariedad. “Todos los días mueren siete mujeres en el país por cáncer de mama”, informa, lo que eleva a 2.555 los decesos cada año, aproximadamente.
“¿Cómo una mujer puede hacerse una mamografía si no hay mamógrafos en los hospitales? La opción que tiene es la ayuda de las ONG, o en el Centro de Salud Santa Inés que tiene unos precios solidarios, pero que aún son inalcanzables”, indicó.
Sostiene que el Estado debe promover una cultura preventiva. “Quien debe estar hablando esto durante todo el mes es el Ministro de Salud, o una Ministra de la Mujer, pero lo estamos haciendo las Organizaciones No Gubernamentales que son pañitos calientes, porque no tenemos los recursos”, reflexiona.
Explicó que el cáncer de mama es la primera causa de muerte oncológica en la mujer venezolana, aunque no existen cifras oficiales actualizadas. “Lo que manejamos son proyecciones, con lo que se basa la Sociedad Anticancerosa, donde todos días mueren siete mujeres a causa del cáncer de mama, eso hace tres años”.
Si no son tratadas a tiempo “pueden hacer metástasis y esa mujer puede morir, pero el origen es cáncer de mama”. La mamografía identifica tumores muy pequeños. “El tocarse no es suficiente”.
A la SenosAyuda llegan mujeres cuyo cáncer avanzó mucho “con las mamas deformadas, con unos tumores no tratados, eso no había visto antes. Ahora ese es el común denominador de las pacientes”.
Vulnerabilidad.
Para Bolivia Bocaranda el tema de la radioterapia es gravísimo. No existe un lugar donde hacerlas en el sistema público, pues las medidas para contener el avance del COVID-19 hace que toda la atención se centre en el virus, sin atender otras enfermedades que también son peligrosas.
“Parece que le dijeran al cáncer: detente allí porque está la pandemia, el cáncer no se puede detener, si antes estábamos en una situación colapsada en cuanto al sistema de salud pública, ahora es mucho más”.
Durante la pandemia Senos Ayuda no ha dejado de trabajar. “Atendemos a las mujeres que fueron diagnosticadas o que tenían una gran sospecha, con todas las limitaciones que hubo de transporte y gasolina, hay que dar un reconocimiento a los médicos que ayudaron a las pacientes, los esfuerzos son inmensos”.
Sin embargo, la ONG tiene un alcance limitado. El año pasado recibieron como ayuda humanitaria tratamiento para 4.000 mujeres, pero en la actualidad no existe la posibilidad de recibir apoyo de afuera con medicamentos oncológicos porque muchos de ellos son refrigerados y requieren de un almacenamiento muy riguroso.
Explica que “estamos con unos inventarios muy bajos en medicamentos. Recibimos de las redes y de otras organizaciones, o donativos de pacientes a las que les sobra, así se lo damos a la persona adecuada. Tenemos dos médicos pasando consultas en la Fundación, una oncóloga que orienta hacia dónde se pueden dirigir las pacientes, tenemos además una nutricionista, una fisioterapeuta, dos psicólogas que no solo puedan dar el apoyo a la paciente sino a ese familiar que se destroza en la tragedia de la quimioterapia”.
La noticia.
Cuando una mujer se entera que tiene cáncer de mama lo primero que ocurre es que vive un shock. El grupo con más incidencia del cáncer de mama comprende los 45 a 65 años, aunque la Fundación ha recibido casos de mujeres más jóvenes.
“El apoyo psicológico de otro que pasó la enfermedad, es un empuje para superar el trauma”.
En el caso venezolano los controles preventivos se recomiendan desde los 35 años de edad, con un examen al año para ver la condición de salud y atacar a tiempo una posible enfermedad.
“Quienes padezcan un cáncer de mama que se comuniquen con nosotros, que algún tipo de ayuda encontrarán, el acompañamiento psicológico es importante. Tenemos un banco de pelucas, consultas y las orientaciones en este momento tan convulsionado. Este país es de nosotros”.
2020-10-19
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