El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se reunió hoy con una delegación de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para acercar posiciones para un posible diálogo que permita superar la situación de agitación tras casi dos meses de protestas antigubernamentales.
El secretario general de la MUD, Ramón Guillermo Aveledo, aclaró que este encuentro no representa el inicio de un proceso de diálogo, sino un acercamiento patrocinado por la comisión de cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) que se encuentra en Venezuela, para ver si están dadas las condiciones para dialogar.
"Este no es el inicio del diálogo, esta es una reunión exploratoria en la cual venimos a ver, por invitación de los cancilleres sudamericanos, si hay condiciones para que el diálogo se produzca", puntualizó tras ser indagado por medios de prensa.
Aveledo agregó que la idea es conversar sobre la agenda de ambas partes y la elección de un mediador confiable que permita organizar una mesa de diálogo concreta con lugar y fecha.
"Vamos a conversar acerca de la agenda que hemos planteado, de la agenda que plantea el gobierno nacional, vamos a hablar acerca del tercero de buena fe, que debe ser mutuamente convenido y vamos a hablar entonces, si esas condiciones están dadas, de posibles fechas, horas y lugares para la reunión", apuntó.
Por su parte, Maduro no emitió declaraciones tras llegar a la sede de la cancillería acompañado de la "primera combatiente" venezolana, Cilia Flores, y el ministro de Relaciones Exteriores, Elías Jaua.
El mandatario venezolano previamente había invitado a sus adversarios a participar en la Conferencia Nacional de Paz para iniciar un diálogo "sin condiciones", pero la mayoría de los opositores declinaron la invitación a esta instancia.
Los opositores alegan que es imposible establecer un diálogo mientras el gobierno siga reprimiendo las protestas o mantenga a manifestantes detenidos, por lo que propusieron varias condiciones para dialogar.
La MUD ha condicionado cualquier diálogo a la aprobación de una Ley de Amnistía para los detenidos durante las protestas, el establecimiento de una Comisión de la Verdad imparcial para aclarar las muertes de las últimas semanas y el desarme de los grupos violentos vinculados al gobierno, que califican de "paramiltares".
La comisión de cancilleres de la Unasur busca establecer un diálogo que ponga fin a las protestas que estallaron en febrero y han dejado saldo de 39 muertos y más de 600 heridos.
Maduro asegura que estas protestas forman parte de un "golpe suave" que busca derrocar a su gobierno, mientras los opositores critican la "brutal represión" de los cuerpos policiales que habría causado la mayoría de las víctimas.
dpa