Dos equipos de la Universidad Central de Venezuela llegaron a la gran final del Campeonato Mundial Universitario de Debate en Español, un certamen que se basa en el modelo de parlamento británico. Los venezolanos no lo ganaron, pero hay que reconocer el esfuerzo que significa clasificar entre sesenta agrupaciones procedentes de diversas universidades de América y España, el país anfitrión de este evento.
Este año se ha celebrado la final en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid; la Universidad Católica Andrés Bello de Chile ha sido la triunfadora de esta edición, pero la mejor oradora ha sido la ucevista María Gabriela Vicent, mientras que su compañero Andrés Ávila ha obtenido el octavo puesto en la misma categoría.
La contienda final se resolvió alrededor de un tema escogido al azar por los organizadores: la conquista española y sus efectos en América Latina. El profesor Arlán Alberto Narváez, de la Facultad de Economía de la UCV, fue el responsable de la delegación de estudiantes venezolanos que ha venido a España para este certamen académico. Nos ha aclarado que los temas de los debates no los conocen los equipos hasta 15 minutos antes de comenzar la sesión, en ese tiempo cada grupo compuesto por dos personas se aisla y se concentra en organizar la estrategia de discurso y un esquema de argumentos. Los jueces deciden cuáles equipos fungirán de detractores y cuáles harán el papel de defensores alrededor del tema elegido. A los venezolanos les tocó, junto con uno de los dos equipos españoles, asumir el papel de detractores de la metrópoli por las consecuencias trágicas de la conquista y colonización.
María Gabriela Vicent, estudiante de la escuela de Estudios Internacionales de la UCV señaló que a la hora del debate se transforman en otras personas y emplean argumentos académicos. "Hubo nueve rondas eliminatorias donde participaron sesenta equipos, pasaron dieciséis y hubo cuartos de final, semifinal y la final", añadió.
"Es un proceso competitivo pero al mismo tiempo hemos venido a formarnos y a divertirnos (…) de la nada prácticamente, simplemente existieron la voluntad y las ganas de hacer algo nuevo", opinó Samuel Jurado, estudiante de Economía en la UCV./ Nota de prensa
2013-08-03