Las hormigas rojas en Estados Unidos (EE.UU.) se caracteriza por ser una especie invasora. Sus picaduras matan animales autóctonos e incluso resultan peligrosas para los humanos. Sin embargo, los lagartos las comen para desarrollar una mayor inmunidad a sus venenosas picaduras.
Asimismo, las picaduras de dicha especia de hormigas, pueden hacer que las iguanas se paralicen o mueran. Dichos lagartos, poseen protección natural contra estos insectos. No obstante, los lagartos del este de EE.UU. (Sceloporus undulatus), descubrieron el método para conseguir protegerse.
Estudio de la Universidad de Pennsylvania
Por su parte, estas iguanas de tamaño medio comen hormigas rojas u hormigas de fuego (Solenopsis invicta) pero muertas. Al ingerirlas, reciben una dosis pequeña de de su veneno y así logran que su organismo sea inmune a un futuro envenenamiento, según lo contó un comunicado de la universidad de Pennsylvania, EE.UU. Un grupo de científicos se encargó de estudiar el sistema inmunológico de estos reptiles.
Al procesar las hormigas y su veneno, el sistema puede estar preparado para combatirlo, como si tuviera una especie de vacuna contra el veneno de la hormiga roja. También, esto puede significar que las especies nativas pueden adaptarse con el objetivo de protegerse contra otras actúan como invasoras.
"Sabemos que las lagartijas de áreas donde también hay hormigas rojas tienen diferentes perfiles inmunológicos que las lagartijas de otras zonas", aseguró la autora principal del estudio, Tracy Langkilde, profesora de biología en dicha Universidad.
Posteriormente, detalló que "Debido a que el sistema inmunológico es tan crítico para la supervivencia, queríamos determinar si estas diferencias en los perfiles inmunológicos se pueden atribuir directamente a los lagartos que con frecuencia son picados por hormigas de fuego y, a la vez, las comen, u otra cosa".
Hormigas de fuego
Luego, se dio a conocer que para indagar este caso, los biólogos dividieron a as lagartijas en dos grupos. Así pues, durante un lapso de tres semanas, los especialistas alimentaron a los reptiles del primer grupo con hormigas y después los sometieron a las picaduras de los insectos. El segundo grupo, solo sufrió algunas mordeduras sin comer previamente las hormigas de fuego.
Al finalizar, el análisis arrojó que el grupo de lagartos alimentados con hormigas de fuego, presentó mejoras en tres indicadores inmunitarios. Esto, en comparación con los lagartos que solo resultaron picados repetidamente: una elevación en sus niveles de un tipo de glóbulos blancos conocidos como basófilos; aumento en la actividad que ayuda a los anticuerpos y otras partes del sistema inmunitario funcionen de manera correcta; y aumento de un tipo específico de anticuerpos de inmunoglobulina (IgM) el cual es reactivo al veneno de hormiga roja.
Finalmente, la autora principal del estudio, Catherine Tylan, agregó que "Por ejemplo, los anticuerpos y el complemento específico de la hormiga de fuego podrían ayudar a que el veneno no afecte negativamente al cuerpo".
Con información de Actualidad RT
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