Optimista y osado a la vez, el magnate brasileño Eike Batista recordaba hace menos de tres años cómo le había advertido al mexicano Carlos Slim que quería arrebatarle el título de hombre más rico del mundo.
"Le dije a Carlos Slim", evocaba un sonriente Batista en una charla con la BBC, "limpia tu espejo retrovisor en el lado derecho y limpia tu espejo retrovisor en tu lado izquierdo, porque no sé por qué lado te voy a superar".
En efecto, eran tiempos en los que todo parecía avanzar rápido y bien para Batista, entonces el hombre más rico de Brasil y el octavo más rico del mundo según la revista Forbes.
Su imperio de empresas de petróleo, energía, puertos y minería entre otros sectores crecía sin parar, al igual que la economía brasileña, ambos beneficiándose del apetito de China por materias primas.
Pero ahora los planes de Batista, de 56 años, parecen desvanecerse como pompas de jabón: su grupo EBX está endeudado y en serias dificultades, los mercados le perdieron confianza y la agencia Bloomberg indicó que la fortuna del empresario pasó de US$ 34.500 millones en marzo de 2012 a US$ 2.900 en estos días.
Los expertos creen que quizá aquel optimismo haya sido uno de sus grandes errores. /BBC MUNDo
Miércoles 10/07/2013