Victoria Guevara B. / @VictoriaGv13
La hermana Ludovita, de 30 años, quiso enseñarle a un niño de siete años el dolor que padeció Cristo cuando fue crucificado, y le clavó una aguja en la mano.
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La religiosa da clases en una escuela de Eslovaquia, ubicada en el pueblo de Kysucke, Nove Mesto, en medio de la clase llamó al niño y realizó la demostración.
“Invitó a los niños a sufrir un poco de dolor para experimentar lo que vivió Jesús, aunque de forma voluntaria y no clavándoles cosas”, dijo Ludovita.
La monja fue destituida de su cargo como maestra pero diversos profesores informaron que no es la primera vez que hace cosas como esta.
2015-04-10