Todos sabemos que la pornografía es un montaje, una actuación, y es probable que en esa falsedad radique la clave de su éxito rotundo (quizá porque todos, de una u otra forma, necesitamos de esas fantasías para sobrellevar o entender nuestra propia existencia).
En este video, que ha circulado profusamente en días recientes, se evidencia algo de esa mentira por medio de una comparación de la "realidad", haciendo evidente ese abismo que existe entre lo normal del porno y lo normal de las relaciones sexuales en el mundo fuera del porno.
Los datos que se ofrecen son interesantes en sí mismos, pero igualmente la manera de presentarlos, en una ingeniosa sucesión de imágenes que metaforizan prácticas sexuales con comida. Dos placeres que, por otro lado, son sumamente cercanos entre sí./PijamaSurf
Jueves 8/8/2013