Tras una investigación por parte de un equipo arqueológico, se encontró evidencia de la primera amputación quirúrgica, con más de 30 años de antigüedad.
Se trata de un niño cuando hubo que amputarle parte de la pierna izquierda, operación que superó y llegó a la juventud.
Este caso hoy no sería extraño, pero este ocurrió hace 31 mil años, y la evidencia más antigua de un procedimiento de este tipo.
Los restos óseos fueron encontrados en la cueva Liang Tebo, de Borneo, una isla en el sudeste de Asia.
Los encargados son un equipo de arqueólogos australianos e indonesios.
Este equipo aseguró, que sería la primera evidencia conocida de este acto médico complejo en la Edad de Piedra, y fue realizado por alguien experto.
Hasta ahora, la prueba más antigua de una cirugía de amputación se remontaba a 7.000 años.
En ese caso se trató de los restos de un agricultor de la Edad de Piedra, en Francia, al que le faltaba el antebrazo izquierdo.
"El descubrimiento de un amputado de hace 31 mil en Borneo tiene importantes implicaciones para nuestra comprensión de la historia de la medicina", afirmó Timoty Maloney, de la Universidad de Griffith y director de la investigación.
La amputación es un proceso complejo, aún más en la antigüedad
Según los investigadores que hicieron el hallazgo, el responsable, o responsables de la intervención, debían de tener un conocimiento detallado de la anatomía de las extremidades.
También el saber manejar venas, nervios y músculos, evitar la pérdida fatal de sangre y las infecciones, además de "haber entendido la necesidad de quitar el miembro para su supervivencia", comentó Maloney.
"Sobrevivió con la movilidad alterada y vivió, entre seis y nueve años más, en una de las comunidades de artistas más antiguas conocidas en los montañosos bosques tropicales de Borneo", contó Maloney en un rueda de prensa virtual.
Los investigadores consideran que para el cuidado del niño se usó recursos botánicos disponibles con propiedades medicinales para prevenir la infección, anestésicos y calmantes.
Los restos del joven amputado están en buen estado de conservación, con un 75 % de los huesos presentes en el enterramiento, entre ellos todos los dientes.
La dentadura sirvió para fechar la muerte, hace 31 mil años.
Para medir esto, se midió la radiación recibida por el esmalte dental desde el entierro.
Maloney indicó que aún queda por saber si el hallazgo de Liang Tebo es solo la primera prueba de que la complejidad de las culturas médicas de cazadores-recolectores estaba mucho más extendida en este período temprano de la prehistoria humana.
Fuente: EFE
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