El talento empieza a mostrarse desde pequeña edad. Los destinados a cosas grandes dejan muestras de su capacidad los primeros años de su vida, y es por eso quienes saben del tema se suelen equivocar poco cuando ven a un "distinto".
Ese es el caso de Felipe Mathías Sepe Quijada, un venezolano que se fue apenas con dos meses de nacido a Panamá , alguien que ya da de qué hablar en el mundo del Karate Shotokan con apenas 10 años de edad.
El karate es un deporte en el cual Venezuela ha tenido grandes exponentes en la historia como Antonio Díaz, Andrés Madera o Claudymar Garcés. No es asunto baladí cuando se dice que hay un chico que promete mucho en la rama. Hay que prestar atención.
Sepe Quijada, aunque es criollo de pura cepa, es en Panamá donde más se le conoce. Ahí empezó a forjar su camino, y es probable que dentro de poco tiempo los medios comiencen a mencionar su nombre con más frecuencia, porque su aptitud a la hora de engalanarse con el karategui es evidente.
"Es panameño nacido en Venezuela", recalca Nicolás Sepe, quien habla con el orgullo característico de un padre que ve a su muchacho crecer a pasos agigantados en el dojo.
La actualidad de Felipe Sepe
Felipe Mathías acaba de pasar a primer kyu en cinta marrón dentro de la categoría preinfantil y a su incipiente edad ya puede decir que ha saboreado las mieles del éxito, y se augura más conquistas a medida que incursiona en las competencias programadas.
A los cuatro años empezó a practicar karate y fútbol. Actualmente, es parte de la selección de Bella Vista (estatal) en Panamá. Dentro de su currículum se encuentra como ganador de dos medallas de oro en la modalidad de Kata, movimientos en donde se plasman distintas figuras, y Kumite (combate), dos ramas que domina con mucha destreza.
Empezó en esto gracias a sus primos. Es bueno en fútbol, pero gracias al karate su nombre destaca. Es el campeón de Panamá en su categoría y ya deja una gran sensación en la disciplina.
"Lo que más me gusta del karate es que es un deporte completo. Ejercitamos todas las partes del cuerpo, incluidas la respiración y los músculos. Aprendemos a respetar a los demás, a ser tolerantes. Me ha dado confianza, seguridad y concentración. Me gusta el karate competitivo, me gusta pisar el tatami y demostrar todo lo que he aprendido", apuntó el joven atleta en exclusiva para el Diario 2001.
Un campeón en ciernes con un destino prometedor
Hace un mes Felipe Sepe (o Felo, como cariñosamente le apodan sus familiares y amigos) participó en el Miami Open, y se llevó a casa par de preseas doradas en kata y kumite.
En Estados Unidos logró codearse con los talentos más especiales del mundo, y se convirtió en artífice de victorias que lo catapultan como un prodigio. "Todos los torneos en que he participado han sido increíbles. Hace un mes estuve en el Miami Open donde gané dos medallas. Eso me dio mucha satisfacción”, comentó.
Si el niño ya sabe qué es ganar en Miami, también lo sabe hacer en la ciudad del pecado: Las Vegas. Ahí la exigencia fue aún mayor y su nombre estuvo en lo más alto cuando compitió con 12 tatamis distintos, llegando a subirse cinco veces al pódium con otras naciones.
"El Torneo US Open de la Vegas fue algo increíble, fue impresionante ver 12 tatamis trabajando al mismo tiempo, había gran cantidad de competidores de mucho nivel, participé en 5 categorías, gané 5 medallas, fue un gran sueño subir 5 veces al pódium con países distintos" recordó el pequeño.
Venezuela en el corazón de Felipe Mathías
Si bien ha pasado toda su vida en Panamá, no se olvida de Venezuela. Es el país donde vino al mundo, la nación de sus padres, el terruño que lleva en el corazón y de donde son sus ídolos.
"Mis ídolos en el Karate son Antonio Díaz por ser el más grande campeón de Venezuela y del mundo; Hector Cención por ser campeón de Panamá y llevar la bandera de Panamá en alto siendo la nueva generación, y mi Sensei Diego Korban, porque es mi ejemplo a seguir en el Karate".
La gran pregunta que todos podemos hacernos es si este jovencito desea representar a nuestro país en el futuro. Al respecto, manifestó: "sí, soy venezolano de nacimiento y tengo 10 años en Panamá. Me gusta Venezuela, porque es el país de mis raíces, de mis padres. Así que me encantaría y sería un honor representar a Venezuela" aseguró.
Un mensaje final con ganas de aprender más
Felipe Sepe es consciente de que apenas inicia, que faltan más medallas por colgarse y más alegrías que brindar a sus padres y a su gente.
"La enseñanza que me ha dejado el kárate ha sido, que con perseverancia y disciplina, de la mano con la humildad, se puede llegar muy lejos, siempre con la ayuda de Dios, mi familia, mis senséis y todo el equipo que me apoya. Apenas mi camino en el karate está empezando”, agregó.
Por lo pronto tiene marcado en la agenda la Copa Simón Bolívar que se disputará en Parque Miranda en agosto (del 10 al 14), otra oportunidad más para mostrar todo su repertorio.
Es Felipe Sepe, el niño que desea ser campeón mundial de Karate como su ídolo Antonio Díaz, un pequeño que ante todo quiere ser un "Budoka" (caballero) como su padre le recuerda siempre, y el chico que está destinado a grandes cosas en un deporte donde la disciplina y la constancia lo son todo.
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