Las selecciones de fútbol de Hungría y Bulgaria deberán jugar sus próximos partidos clasificatorios para el Mundial de Brasil 2014 a puertas cerradas, sin espectadores, tras sendos incidentes racistas, según decidió la Comisión Disciplinaria de la FIFA de acuerdo con un comunicado emitido en Zúrich.
La sanción contra Hungría se debe al partido amistoso disputado por la selección europea contra Israel el 15 de agosto de 2012 en Budapest, en el cual un grupo de seguidores entonó cánticos antisemitas y exhibió símbolos ofensivos, según denunciaron FARE (Fútbol contra el racismo en Europa), la Congregación religiosa israelita de Viena y el Centro Simon Wiesenthal.
La Comisión Disciplinaria decidió por ello que el próximo partido en casa de la selección húngara en el marco de las eliminatorias para el Mundial de Brasil 2014, en el que Hungría se enfrenta a Rumanía, programado para el 22 de marzo, se disputará sin espectadores. Asimismo, la comisión resolvió imponer a la Federación Húngara de Fútbol una multa que asciende a 40.000 francos suizos (unos 29.000 euros).
En tanto, en el partido entre Bulgaria y Dinamarca en Sofía el 12 de octubre de 2012 se arrojaron bengalas al campo y el jugador danés Patrick Mtiliga fue blanco de insultos racistas por parte de un grupo de aficionados búlgaros cada vez tocaba la pelota.
Es por eso que la Comisión decidió que el próximo partido en casa de la selección búlgara en el marco de las eliminatorias para el Mundial Brasil 2014, en el que Bulgaria se enfrenta a Malta el próximo 22 de marzo, se disputará sin espectadores. Asimismo, impuso una multa de 35.000 francos suizos (unos 29.000 euros).
DPA
(KC)