La madre de Luis Rubiales, Ángeles Béjar, la trasladaron a la emergencia del Hospital Santa Ana de Motril tras sufrir una crisis de ansiedad en su huelga de hambre en la parroquia Divina Pastora.
La progenitora de Rubiales realizaba esta protesta en apoyo a su hijo, suspendido como presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) por el beso a Jennifer Hermoso.
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El párroco de la parroquia Divina Pastora aseguró que la madre no volverá al templo, porque su situación de salud empeora: cansancio, crisis y mucho estrés, por lo que debió ser trasladada al centro hospitalario comarcal.
"Ha sido ahora por la calor y por todo. Tenía los pies hinchados y se encontraba cansada. También estaba nerviosa", dijo el religioso.
Con su huelga de hambre, la madre del ejecutivo pretendía que la futbolista Jennifer Hermoso «diga la verdad».
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Tanto su hijo, Luis Rubiales, como otros familiares le pidieron a Ángeles Béjar que abandonara la protesta, pero no lo hizo.
Ella solo bebía agua y líquidos isotónicos junto con su medicación.
Además durmió en un colchón en una capilla lateral.
Según explicó el sacerdote, Ángeles, aunque «cansada» y con «los pies hinchados», salía a atender a los periodistas antes de la apertura de puertas para el rezo del rosario y la misa.
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