La ‘marcha del millón’ promovida por el islamista moderado Tahirul Qadri en Pakistán llegó hoy a primera hora de la noche a las puertas de la capital, Islamabad, donde unos 50.000 seguidores esperan entre fuertes medidas de seguridad.
Tras salir el domingo de la ciudad de Lahore (a unos 300 kilómetros al este de Islamabad), los seguidores del hasta hace poco desconocido Qadri llegaron a la principal vía de entrada de la capital y esperan alcanzar la sede del Parlamento a pesar de la prohibición policial.
Hacia las nueve de la noche (hora local), los medios preveían que el grueso de la caravana tardaría al menos dos horas en alcanzar su destino final en la avenida Jinnah, ubicada en el centro de Islamabad.
"Somos unas 200.000 personas", dijo el domingo a Efe tras abandonar Lahore un portavoz de la formación de Qadri, denominada Tehreek Minhajul Quran (TMQ), y añadió que la caravana incluye más de 50.000 vehículos de todo tipo.
El portavoz, Shahid Murselín, afirmó que esperaban reunir un total de tres millones de personas.
Fuentes policiales se mostraron escépticas ante esa cantidad, pero rehusaron dar una estimación hasta que la caravana llegue al centro de la ciudad.
Las autoridades intentaron hasta el último momento hacer desistir a los organizadores con el argumento de que había amenazas para la seguridad de los integrantes de la marcha, pero los impulsores de la iniciativa se han mostrado inflexibles.
"Es una marcha por la democracia, contra los saqueadores que gobiernan Islamabad y Lahore, contra las fuerzas del mal, contra los opresores y los que explotan a los pobres", dijo a los medios Qadri, poco antes de que se iniciara la travesía.
Los objetivos de Tahirul Qadri permanecen rodeados de misterio y han desatado una cascada de teorías entre los analistas y medios locales, que no consiguen desvelar las motivaciones políticas de una figura que hasta hace un mes era casi desconocida en el país.
El clérigo, residente durante años en Canadá -país del que es nacional-, ha centrado sus reivindicaciones en una serie de condiciones para los próximos comicios, previstos para esta primavera, con la supuesta intención de hacerlos transparentes.
El anuncio de su marcha ha acaparado la agenda política en las últimas semanas y todos los partidos se han tenido que posicionar sobre el movimiento creado por el TMQ, cuyo discurso crítico apenas contiene propuestas tangibles. EFE
(NU)