La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, viaja la madrugada del domingo a Roma para participar el martes próximo en la misa de entronización del papa Francisco, informaron hoy fuentes oficiales.
La jefa de Estado de Brasil, el país con mayor número de católicos, partirá de Brasilia a la 1.00 hora local (4.00 GMT) del domingo y arribará a las 18.30 (17.30 GMT) a la capital italiana, donde no tiene previsto realizar actividades oficiales hasta el martes, según la agenda divulgada por la Presidencia.
Rousseff tiene previsto mantener un breve encuentro privado con el papa, aunque el Vaticano no ha confirmado el horario de la probable cita, según informó este viernes el ministro de la Secretaría de la Presidencia, Gilberto Carvalho.
Tras la elección de Jorge Bergoglio como nuevo papa, Rousseff divulgó un mensaje en el que felicitó al nuevo pontífice, "a la Iglesia católica y al pueblo argentino", así como celebró que los cardenales se hayan inclinado por un latinoamericano.
"Es con expectativa que los fieles esperan la venida del papa Francisco a Río de Janeiro para la Jornada Mundial de la Juventud, en julio" próximo, agregó en su mensaje.
Según Rousseff, el hecho de que el papa visite el país cuatro meses después de haber sido elegido "fortalece las tradiciones religiosas brasileñas y refuerza los lazos que unen a Brasil y al Vaticano".
En declaraciones a periodistas, Rousseff dijo este viernes que "es importante" su viaje a Roma por su posición de presidenta, para representar "a la población muy importante de católicos" del país, que asciende a 123 millones de personas, el 64,6 % de los habitantes, según datos del censo de 2010.
En lo personal, la presidenta brasileña se define como "cristiana antes que todo" y "en un segundo momento católica", aunque no es practicante. EFE