Seis ancianos fueron llamados a declarar hoy en el segundo día del debate oral y público en el marco del juicio contra el ex dictador Efraín Ríos Montt (1982-83) por el delito de genocidio, marcado por la controversia y extraños cambios de última hora en la defensa.
Dos de ellos, Diego Ceto y Jacinto Brito, dijeron que en 1982 los militares llegaron a sus aldeas y mataron a los habitantes, incluyendo a mujeres y niños, bajo la acusación de colaborar con guerrilleros. Algunos hombres consiguieron escapar porque se refugiaron entre cañaverales.
Los testigos son originarios de municipios del área étnica maya Ixil, en el norte del departamento de Quiché, donde de acuerdo con el Ministerio Público (MP), durante el mandato de facto de Ríos Montt ocurrieron al menos 15 matanzas con 1.771 víctimas de la población civil no combatiente.
Ríos Montt enfrenta desde el martes un juicio considerado "histórico" por grupos humanitarios bajo cargos de genocidio y deberes contra la humanidad cometidos contra los habitantes del área Ixil. El ex general es acusado como "autor intelectual" por la línea de mando dentro del ejército del cual era comandante supremo.
En este juicio también se acusa a quien fungió como jefe de Inteligencia Militar, el también ex general José Mauricio Rodríguez.
Durante el mandato de Ríos Montt, el conflicto armado de Guatemala (1960-96) registró su etapa más cruel y sangrienta pues el ejército incrementó su política de "tierra arrasada" como parte de su estrategia de lucha contrainsurgente. Esta política comenzó a practicarse desde el año 1979, durante el régimen militar del derrocado presidente Romeo Lucas, otro general (1978-82).
Ríos Montt compareció en este segundo día de debate sin abogado defensor, por lo cual el tribunal que lo juzga, el A de Mayor Riesgo, ofreció un profesional de la Defensoría Pública Penal.
El acusado aceptó pero pidió tiempo para conseguir a un abogado de su confianza, que consiguió dos horas después del inicio de la audiencia. Se trata del jurista Marco Antonio Cornejo, quien anteriormente formaba parte del equipo sustituido el martes.
Jazmín Barrios, presidenta del tribunal, ordenó el martes, en la apertura a juicio, la expulsión del abogado Francisco García, quien sorpresivamente se presentó como el defensor del ex dictador.
La magistrada ordenó que García abandonara la sala del juicio luego de que se descartó un pedido del abogado que recusó a Barrios y solicitó cambiar de juzgado alegando factores de enemistad con miembros del tribunal.
El tribunal admitió como pruebas un total de 142 declaraciones de supervivientes contra Ríos Montt y 84 contra Rodríguez, así como 61 peritajes militares, antropológicos, forenses y psicosociales presentados por el MP.
Ríos Montt permanece bajo arresto domiciliario desde enero de 2012, mientras que Rodríguez, detenido en 2011, está internado en el hospital militar aduciendo problemas de salud. /DPA