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Berlín recuerda a las víctimas del programa de "eutanasia" nazi

Domingo, 07 de julio de 2013 a las 07:30 pm
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Un memorial de cristal transparente y color azulado, cuya construcción comenzó hoy en Berlín, recordará en la capital alemana a las víctimas de la llamada "eutanasia" del régimen nazi, que ejecutó entre 1940 y 1941 a decenas de miles de discapacitados físicos y psíquicos.

El monumento, de 31 metros de largo y 3,10 de alto, con un coste de medio millón de euros, se erigirá a la altura del número 4 de la berlinesa calle Tiergarten y ha sido diseñado por Ursula Wilms, Nikolaus Koliusis y Heinz W. Hallmann.

En el número 4 de la calle Tiergarten estuvo en su día la sede de la llamada "Fundación Caritativa para la Cura y el Cuidado Institucional" durante el Nacionalsocialismo.

Desde esta organización, dirigida por el jefe de la Cancillería de Hitler, Philipp Bouhler, y su médico personal, el doctor Karl Brandt, se gestionaron seis centros en Alemania y la Austria ocupada encargados de practicar la denominada "eutanasia".

Enfermos de epilepsia, esquizofrenia y otras enfermedades psíquicas y físicas fueron el blanco de esta práctica, que acabó oficialmente con la vida de 70.273 personas entre enero de 1940 y agosto de 1941, aunque hay fuentes que sitúan el número de víctimas entre las 200.000 y 275.000 personas.

Conocida también como "Aktion T4″, en referencia a la localización de las oficinas de la fundación, la "eutanasia" tenía como finalidad acabar con aquellas vidas "que no eran dignas de ser vividas".

Por ese motivo se recurrió el término "eutanasia" ya que, sostenían los nazis, se concedía a los enfermos el "alivio de la muerte" con sedantes, narcóticos y medicamentos específicos o cancelando el tratamiento.

Cada una de las seis instituciones donde se llevaron a cabo estos asesinatos disponía de una cámara de gas, donde moría la mayoría de las víctimas y de hornos crematorios para incinerar los cadáveres.

Los restos mortales eran devueltos posteriormente a las familias en unas urnas que iban acompañadas, generalmente, de un certificado en el que se había falsificado la causa de la muerte.

Dado que no había una base jurídica para la "Aktion T4″, el dictador nazi, Adolf Hitler, firmó 1939 un escrito en el que autorizaba a Bouhler y Brandt a llevar a cabo el programa.

"El jefe del Reich, Bouhler y doctor Brandt tienen la responsabilidad de extender la competencia a ciertos médicos para que garanticen una muerte piadosa tras un diagnóstico exigente a pacientes que, de acuerdo con un juicio humano, sean considerados incurables", rezaba el escrito.

En agosto de 1941 concluyó la primera fase del programa y de hecho el fin de los asesinatos de este tipo coordinados estatalmente, aunque a partir de entonces y hasta el final de la guerra muchos más discapacitados murieron a manos del régimen nazi.

Pese a que los asesinatos comenzaron a cometerse en enero de 1940, el nacionalsocialismo ya había instaurado políticas de "higiene racial" desde que Hitler llegara al poder en 1933, como la "Ley para la prevención de descendencia con enfermedades hereditarias".

Con esta ley, se prescribió la esterilización tanto de personas que sufrían patologías consideradas hereditarias como en casos de alcoholismo crónico y otras formas de "desviación social".

El Ministerio del Interior, encabezado entonces por Wilhelm Frick, fue el encargado de hacer cumplir esta norma con la ayuda de un organismo que examinaba enfermerías, asilos, prisiones y colegios especiales en busca de aquellos que debían ser esterilizados.

Se estima que 360.000 personas fueron sometidas a esta práctica entre 1933 y 1939. EFE