Tras meses de tolerancia hacia el comportamiento de los neonazis de Amanecer Dorado, los recientes incidentes protagonizados por sus diputados han abierto el debate sobre cómo lidiar con esta organización violenta pero que posee 18 diputados en el Parlamento heleno.
La carta de una diputada del partido gobernante, la conservadora Nueva Democracia (ND), alertando de que los diputados de Amanecer Dorado (JA) acuden a las sesiones provistos de pistolas ha impulsado el debate sobre la prohibición de llevar armas en el hemiciclo.
De acuerdo al diario ‘Eleftherotypia’, un vigilante del Parlamento instó a un diputado de la formación fascista que guardase una pistola que portaba en el asiento de copiloto de su vehículo a lo que éste respondió: "Prefiero llevarme a alguien por delante a que se me lleven a mí" e hizo caso omiso a la petición del guarda.
Según la normativa de la asamblea griega, los parlamentarios puede acudir con armas pero deben depositarlas en los puestos de vigilancia antes de entrar al hemiciclo, aunque los controles de seguridad hasta ahora no eran exhaustivos, por lo que ayer se decidió que todos los miembros de la cámara, incluido el primer ministro, deberán pasar por el arco detector de metales.
En el debate sobre las armas pesa el reciente ataque sufrido por el alcalde de Atenas, Yorgos Kaminis, a manos del diputado neonazi Yorgos Germenis, que trató de agredir al primer edil.
Cuando los guardaespaldas del alcalde trataron de reducir a Germenis, éste intentó echar mano de su pistola.
En realidad, quienes más sufren los ataques neonazis son los inmigrantes aunque el número de casos que llega a los tribunales es escaso, ya que los sin papeles tienen difícil acceso a la Justicia.
Un buen ejemplo lo constituye el ataque la semana pasada a un afgano de 15 años por un grupo de hombres vestidos con camisetas negras -el uniforme habitual de Amanecer Dorado-, quien al acudir a comisaría se encontró con que los agentes trataron de detenerlo y deportarlo antes que iniciar una investigación sobre el ataque.
Esta semana, la Asociación de Musulmanes de Grecia denunció haber recibido una carta con el emblema de JA en la que se exige que todos los musulmanes abandonen el país antes del 1 de julio o, de otra forma, serán "masacrados como pollos".
Esta violencia ha levantado la alarma a nivel internacional y el Departamento de Estado de EEUU, en un informe hecho público esta semana, muestra su preocupación por el "incremento del antisemitismo y el racismo" en Grecia.
También un informe del Consejo de Europa criticó la falta de acción de las autoridades sobre el comportamiento de Amanecer Dorado y dejó claro que, de haber voluntad política, Grecia dispone de la legislación necesaria para ilegalizar la formación política.
En ese sentido, el intento más serio hasta ahora es la nueva ley antirracista que prepara el Gobierno del conservador Andonis Samarás y que, en su primer borrador, preveía penas de hasta 6 años de cárcel, privación de derechos políticos e incluso la retirada de fondos públicos en caso de que representantes políticos promuevan el odio racial.
"Esta nueva ley es una respuesta clara a los racistas y los fascistas", explicó el viceministro de Justicia, Kostas Karagunis, en una reciente entrevista con Efe, en la que señaló directamente a Amanecer Dorado como el objetivo de la reforma legislativa.
Un primer debate sobre esta ley acabó el pasado viernes con la expulsión del hemiciclo de un diputado de Amanecer Dorado tras haberse dedicado a insultar a todos los demás grupos parlamentarios, algo habitual en las intervenciones de los neonazis ante la cámara.
El ministro de Justicia, el progresista Andonis Rupakiotis, dejó claro que "la Constitución griega no permite ilegalizar ningún partido político", pero subrayó que las leyes sí permiten perseguir los actos criminales cometidos por diputados.
El proyecto de ley antirracista ha sido arrebatado al Ministerio de Justicia por otro ministro del Ejecutivo, según los medios locales a petición del ala más derechista de ND, y se prevé que su carga política sea mucho menor de la inicialmente planteada, algo que ha provocado polémica entre Samarás y sus socios centroizquierdistas de Gobierno.
Las acciones de los neonazis -que habitualmente organiza repartos de comida sólo para griegos- encuentran respaldo entre una parte de la población más perjudicada por la crisis y, de hecho, de ser un grupo marginal hace apenas unos años ha pasado a cosechar un 7 % de los sufragios en las últimas elecciones y su intención de voto actual se sitúa entre el 10 y el 12 %.EFE