Las fuerzas de seguridad recuperaron este domingo el control de las sedes del Congreso, la Presidencia y la Corte Suprema de Brasil.
Luego de que los edificios de estos poderes fueran invadidos y vandalizados por cientos de seguidores radicales del exmandatario Jair Bolsonaro, en Brasilia.
Agentes antidisturbios cargaron contra los manifestantes golpistas con gases lacrimógenos y establecieron un perímetro alrededor de la plaza de los Tres Poderes, donde se encuentran los edificios que albergan los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
Según informaciones preliminares de la Policía, citada por medios locales, hasta el momento hay 150 detenidos.
Miles de partidarios de extrema derecha, simpatizantes de Bolsonaro, provocaron el caos en la capital brasileña al entrar de forma violenta y destrozar parcialmente el Supremo, el Parlamento y el Palacio de Planalto, sede del Gobierno.
La comunidad internacional condenó de forma unánime este hecho que sucedió una semana después de Luiz Inácio Lula da Silva asumir la Presidencia de Brasil.
Ante esta situación, el actual mandatario del país decretó la intervención federal en el área de seguridad del Distrito Federal de Brasilia.
La medida estará vigente hasta el próximo 31 de enero e implica que las fuerzas de seguridad de Brasilia estarán bajo control directo del Gobierno federal.
Con información de Efe
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