La coalición de gobierno centro-derecha de Portugal tambaleó hoy después de que el ministro del Exterior Paulo Portas presentara su renuncia, un día después de que el ministro de Finanzas Vítor Gaspar dejara el cargo.
Portas presentó este martes su renuncia al primer ministro Pedro Passos Coelho porque no está de acuerdo con la política actual, según una carta enviada por el conservador a los medios portugueses. Sin embargo, Passos Coelho dijo hoy que no aceptará la dimisión de Portas.
El político, de 50 años, es el líder del Centro Democrático Social (CDS), el socio menor de la coalición de los socialdemócratas de Passos Coelho. Sin el CDS el gobierno no tendría la mayoría absoluta en el Parlamento.
A pesar del pedido de la oposición de izquierda y de los sindicatos de convocar nuevas elecciones tras las renuncias, Passos Coelho dijo que se mantendrá en el cargo.
"No renuncio, no abandono a mi país", declaró el primer ministro en la noche de hoy en un discurso a la nación. "Tenemos mucho trabajo por delante y queremos cosechar los frutos que sembramos con tanto esfuerzo", añadió.
Passos Coelho destacó asimismo que no aceptará la renuncia de Portas, con quien buscará llegar a un acuerdo.
La renuncia de los ministros de Finanzas y Exterior se produce en una etapa en la que Portugal debe aplicar nuevas medidas de ahorro para cumplir con las condiciones de los acreedores de la Unión Europea (UE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En un comunicado enviado a la agencia de noticias estatal Lusa, Portas explicó que deja el gobierno porque no está de acuerdo con la actual política ni con el nombramiento de la secretaria de Estado Maria Luis Albuquerque como sucesora de Gaspar. El político aclaró de todas formas que tenía "conocidas diferencias" con Gaspar.
Tras la renuncia del ministro de Finanzas se generó la oportunidad de "tomar un nuevo camino político y económico", aseguró Portas, quien indicó que como eso no ocurrió, debe hacerle caso a su conciencia. La decisión sobre su renuncia es "irrevocable", agregó.
Albuquerque apoyaba el estricto programa de austeridad de 78.000 millones de euros (102.000 millones de dólares) aplicado por el gobierno. Portugal redujo drásticamente el gasto, implementó reformas en el mercado de trabajo y lanzó un programa de privatizaciones.
Estas políticas permitieron que se redujeran los costos a los que el país accede a préstamos, además de reducir el déficit presupuestario del 10,1 por ciento del producto interno bruto (PIB) en 2010 al 6,4 por ciento en 2012.
De todas formas el país se encuentra en recesión desde hace dos años y se espera que sufra una nueva caída del 2,3 por ciento este año, mientras el desempleo se ubica en alrededor del 18 por ciento.
El lunes, Gaspar presentó su renuncia ante el creciente rechazo a las medidas de ahorro adoptadas, incluso dentro del gobierno. La oposición demandó en varias ocasiones que se convoquen nuevas elecciones. Los sindicatos celebraron cuatro huelgas contra la política de austeridad en los últimos dos años. /AP