En el antiguo centro de Managua está ocurriendo algo que no se observaba desde hacía más de 40 años: hay ciudadanos haciendo gestiones, personas degustando comidas típicas o simplemente paseando, cosa normal en cualquier ciudad del mundo, pero no en la capital de Nicaragua.
Una inversión superior a los 5,2 millones de dólares en 2013 está atrayendo nuevamente a los habitantes de Managua hacia su centro antiguo, donde ahora se mezclan gente y vehículos, como ocurrió hasta la noche del 23 de diciembre de 1972, cuando la "vieja Managua" estaba en su esplendor.
Pero de aquella ciudad que tenía la Avenida Roosevelt, calles estrechas, tiendas famosas y los edificios de altura mediana, solo quedan algún escombro y oficinas públicas recuperadas.
En su lugar está el amplio Paseo de Bolívar a Chávez, recreaciones permanentes del nacimiento de Jesús, un parque para niños nunca antes visto, puestos de comida, y lo que más sobresale: "los árboles de la vida", fáciles de distinguir desde el cielo capitalino, de día o de noche.
Una inversión de 2,1 millones de dólares, según el informe económico de 2013, de la alcaldía de Managua, transformó la antigua Avenida Bolívar en el actual Paseo Bolívar, que inicia al norte con una estatua del libertador en su caballo y finaliza al sur con un monumento luminoso del fallecido expresidente venezolano Hugo Chávez, en la rotonda con el mismo nombre desde julio pasado.
La inversión incluye decenas de los gigantes y amarillos "árboles de la vida", luminosos aunque inanimados, más parecidos a los del artista australiano Timothy Parish que a los del pintor austríaco Gustav Klimt.
La transformación de la avenida incluyó dos puestos de comidas tradicionales y un área amplia, más seguridad garantizada de la Policía Nacional, para que las personas recuperaran una práctica perdida desde el terremoto: caminar a pie por la vieja Managua o "Mana-ahuac" en náhuatl (junto al agua).
El remozamiento y ampliación del Parque Luis Alfonso Velásquez Flores, cuya etapa final costó 3,1 millones de dólares en 2013, se convirtió casi de inmediato en un imán para el centro antiguo de la capital nicaragüense.
El sitio, que hace pocos años era una desolada guarida de delincuentes, captó al menos a 8.000 visitantes diarios en diciembre pasado, según datos oficiales.
El mismo atrae no solo por sus juegos para niños, también por una recreación de la Belén de hace 2.000 años de tamaño real.
En el mismo parque se encuentra el estadio infantil de béisbol Roberto Clemente, nombrado en honor de un exjugador de grandes ligas puertorriqueño que en Nicaragua idolatran como héroe nacional, por haber muerto cuando viajaba a Managua para ayudar a las víctimas de aquel terremoto.
Todo llegó como complemento a las visitas obligatorias que realizaba la población para acudir a alguna institución pública y hasta una iglesia evangélica, establecidas en la zona.
Las obras de la alcaldía incluyeron la iluminación pública en el Parque Central, la Plaza de la República, la antigua catedral de Managua, el monumento a Rubén Darío, el Palacio de la Cultura, entre otros edificios cercanos.
Según el informe de la alcaldía, todavía falta por construir el Paseo Xolotlán, junto al lago de Managua, por un monto de 1,2 millones de dólares, con lo que la inversión llegará a los 6,4 millones de dólares.
Dicho paseo tendría la clásica estructura con facilidades turísticas, frente al Teatro Nacional Rubén Darío, la Plaza de la Fe y la Concha Acústica, junto a la costa, han anunciado las autoridades.
El plan es que en todo 2014 las inversiones de la alcaldía de Managua conecten con la de 38 millones de dólares que el gobierno central invirtió en construir el puerto Salvador Allende, que recibe 94.000 visitantes por mes, según la Empresa Nacional Portuaria (EPN).
En total, Nicaragua ha invertido 44,4 millones de dólares en reconstruir el antiguo centro de Managua, fundada por los españoles en 1819 sobre la comunidad precolombina existente y declarada capital del país en 1852, con actualmente unos 2,2 millones de habitantes.
No es un centro como los de cualquier ciudad, con plaza en el centro, iglesia y edificios para la burocracia, tampoco está sobre la misma avenida, pero la gente volvió a llegar, después de cuatro décadas de ausencia. EFE