2001.com.ve | EFE
Los dos grandes partidos españoles, el socialista PSOE y el conservador PP, descartaron este lunes una "gran coalición" para posibilitar un gobierno estable después de las elecciones parlamentarias del 10 de noviembre, y acabar así con el bloqueo político que ha llevado a la repetición de los comicios.
A un mes de la nueva cita electoral, las fuerzas políticas comienzan a posicionarse sobre posibles pactos a la vista de las encuestas, que anuncian el estancamiento del gobernante PSOE, un alza del PP y una bajada de Ciudadanos (liberales) y de Unidas Podemos (UP, izquierda), y todo ello en un Parlamento muy fragmentado.
"Una gran coalición en España es absurda" y "nunca tendrá lugar", aseguró este lunes en Televisión Española la vicesecretaria general socialista, Adriana Lastra, aunque vio posible llegar a "acuerdos puntuales" entre Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el Partido Popular (PP) porque son "dos grandes partidos de Estado".
El PP, por su parte, se presentó hoy como "única alternativa" al PSOE para desbloquear la situación política.
Su secretario general, Teodoro García Egea, afirmó que este partido no facilitará que el líder socialista, Pedro Sánchez, siga como jefe del Ejecutivo. Los conservadores solo se plantearían llegar a un acuerdo con los socialistas para gobernar si el PP gana las elecciones.
Hasta ahora, PSOE y PP se han alternado en los gobiernos democráticos de España, unas veces con mayoría absoluta y otras con apoyos parlamentarios de partidos minoritarios como los nacionalistas.
Pero ante el bloqueo pertinaz instalado en la política española, los expresidentes del Gobierno Felipe González (socialista) y Mariano Rajoy (conservador) defendieron el viernes pasado, en un diálogo público, que sus respectivos partido -PSOE y PP- logren pactos que permitan superar la situación.
OTRAS POSIBILIDADES
Hasta ahora, la novedad más llamativa de las cábalas sobre mayorías parlamentarias es el cambio de actitud de Ciudadanos (liberales), que ha levantado el veto que mantenía al socialista Sánchez desde las elecciones anteriores, celebradas el 28 de abril pasado.
Sánchez, que gobierna en funciones desde entonces, ganó esos comicios con mayoría relativa (123 de los 350 diputados del Congreso), así que necesitaba el apoyo o la abstención en el Parlamento de otros partidos, según los casos, para repetir como jefe del Ejecutivo. Pero no lo consiguió y esto obligó a convocar elecciones de nuevo.
Serán las cuartas en los cuatro últimos años, pero sin ninguna seguridad de que los resultados vayan a resolver la prolongada inestabilidad política de gobiernos débiles de centroderecha y centroizquierda desde finales de 2015.
Ahora, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, se abre a pactar con Sánchez, con condiciones, si el PSOE vuelve a ganar los comicios de noviembre con mayoría relativa, como auguran todos los sondeos preelectorales, aunque precisó que su prioridad es gobernar con los conservadores del PP si dan los números.
Pero ese hipotético acuerdo entre PSOE y Ciudadanos se antoja difícil o insuficiente, pues Ciudadanos sería el partido más castigado en las elecciones y perdería más de la mitad de los diputados que tiene ahora, según algunas encuestas.
En la izquierda, UP no cede en la idea de un gobierno de coalición con los socialistas, algo que éstos rechazan, mientras que un nuevo partido, Más País, podría dividir el voto de este segmento político y conseguir representación parlamentaria.
Las encuestas que publican los periódicos El Mundo y ABC confirman una nueva victoria electoral de los socialistas, aunque con unos resultado similares a los actuales, mientras que el PP crecería enormemente para sobrepasar los 90 diputados, incluso acercarse a los cien desde los 66 actuales.
El peor parado con diferencia sería Ciudadanos, que perdería en torno a 30 de los 57 escaños que ahora tiene, mientras que UP tendría alrededor de diez menos que los 42 actuales.
En esta situación, las posibles combinaciones se antojan muy complejas, y la lleve de cualquier gobierno puede pasar por la posición de los nacionalistas vascos y de los independentistas catalanes.
En un ambiente muy polarizado, los socialistas hacen llamadas continuas a los otros partidos para que acabe el bloqueo.
España necesita un ejecutivo "estable y coherente" ante los retos que le esperan, subrayó Sánchez hoy, en la presentación del programa electoral del PSOE, centrado en medidas sociales, como una subida de pensiones en diciembre según la inflación si gobierna.
Y algunos de esos retos principales son las tensiones independentistas en Cataluña y la desaceleración económica.
2019-10-07
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