El panorama de la inmigración laboral en Estados Unidos vive una de sus transformaciones más profundas en décadas.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) oficializó un cambio que redefine las reglas del juego para el talento global y anunció el fin del sorteo aleatorio para las visas H-1B, además de la implementación de un sistema basado en niveles salariales y cualificación profesional.
Esta reforma no es un simple ajuste administrativo, es un cambio de paradigma que busca alinear la entrada de profesionales extranjeros con los intereses económicos más competitivos del país, reseñó viveusa.mx
El fin de una era: ¿por qué muere el sorteo aleatorio?
Durante años, el sistema de lotería fue criticado por ser una "moneda al aire" que no distinguía entre un ingeniero de software de élite y un técnico de nivel básico.
Según portavoces de Uscis, el mecanismo anterior era vulnerable a abusos por parte de empresas que inundaban el sistema con solicitudes de bajo costo, desplazaba indirectamente a los trabajadores estadounidenses y saturaba los cupos disponibles.
Con la nueva normativa, el gobierno busca erradicar la explotación de este visado como fuente de mano de obra barata. La prioridad ahora es clara y es atraer lo mejor, no lo más económico.
¿Cómo funcionará el nuevo proceso de selección?
A diferencia del modelo previo, donde todas las solicitudes tenían las mismas probabilidades de éxito una vez superado el filtro inicial, el nuevo sistema utilizará una escala de priorización.
Las solicitudes se clasificarán según los niveles de salario ofrecidos por el empleador, basados en los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales.
Las personas que reciban ofertas salariales en los rangos más altos, nivel IV y III, tendrán prácticamente garantizada su selección.
Se mantendrá el beneficio para aquellos con maestrías o doctorados obtenidos en Estados Unidos, pero bajo el nuevo filtro de remuneración.
Es importante destacar que el límite numérico anual no cambia, se mantienen los 65.000 cupos regulares y los 20.000 adicionales para posgrados estadounidenses. Lo que cambia drásticamente es la fila de espera, ya no es cuestión de suerte, sino de valor de mercado.
Impacto para empresas y profesionales internacionales
Esta medida, que entrará en vigencia el 27 de febrero de 2026 para el año fiscal 2027, obliga a una reevaluación estratégica.
Los empleadores deberán justificar salarios más competitivos si desean asegurar el talento internacional. Las empresas de consultoría tecnológica, que tradicionalmente usaban salarios de Nivel I, serán las más afectadas.
Mientras que para los candidatos, el enfoque debe estar en la especialización. Un perfil altamente cualificado con una oferta salarial robusta tendrá un camino mucho más despejado que en el pasado.
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