2001.com.ve | Marleska Irausquin
La situación del país ha puesto a prueba el emprendimiento y creatividad de los venezolanos, quienes buscan más de un trabajo para poder costearse los gastos básicos como comida, casa y una que otra salida.
Jorge Tricás, sociólogo, dice que el país pasa por una situación en la que se promueve el “pluritrabajo”. Comenta que no es una solución a los problemas económicos del venezolano, sino una opción para poder pagar los gastos del día a día. Asegura que la población dejó de ahorrar para poder comprarse carros de lujo.
Tener varios trabajos puede traer consecuencias en lo personal y familiar si no se realiza de una buena manera. El sociólogo comenta que se debe tener un rato para distraerse y al obtener tantas responsabilidades se compromete el tiempo de esparcimiento y de compartir con seres queridos.
Puede generar frustraciones porque los profesionales se ven obligados a ejercer en otras labores porque su empleo principal no le ofrece las oportunidades que ellos quisieran. Tampoco es una oportunidad de crecimiento económico para el país porque son empleos que ofrecen lo básico para vivir.
Creatividad. La difícil situación económica ha permitido que las personas utilicen sus habilidades y creatividad para obtener más ingresos, tal es el caso de Yayi Fleitas, quien estudió diseño de modas en un instituto y toda su vida se dedicó a la costura de prendas de ropa, vestidos de novia y de concursos; por la situación del país empezó a buscar otros ingresos haciendo tortas, organizando fiestas, lleva acabo toda la logística; prepara la comida y la decoración de los festejos.
Fleitas asegura que también las fiestas han disminuido porque las personas no tienen dinero suficiente para hacer eventos tan elaborados.
Comenta que esta situación ha sido toda la vida en Venezuela, porque ha tenido que criar tres hijos sola desde que enviudó y un solo sueldo no le alcanzaba para mantener toda su casa.
También es una oportunidad para el emprendimiento de los jóvenes, los cuales quieren un futuro mejor o al menos correr con sus propios gastos. Buscan más de un trabajo y aseguran que no tienen capacidad de ahorro.
Jonathan Pérez, estudiante de contaduría en la Universidad Central de Venezuela, el cual se desempeña como contador en una empresa privada en horario de oficina.
En sus tiempos libres le lleva las cuentas contables como “frelance” a tres empresas más y los fines de semana se encarga de instalar el sonido para fiestas, bodas, ente otros.
Pérez asegura que “por la crisis del país, con un sueldo fijo es imposible pagar la canasta básica”. Comenta que con sus trabajos en paralelo gana en un día lo que puede percibir en un mes en la oficina, a pesar de esto, mantiene su puesto como contador porque le otorga beneficios contractuales como prestacio- nes sociales, utilidades y un salario fijo.
Comenta que el sueldo no permite tener capacidad de ahorro, para comenzar a formar una familia, tener una casa o un carro. Sólo puede comprar comida y tener pequeños gastos a diario.
Adrián Suárez es estudiante universitario y trabaja como periodista de un medio de comunicación de Italia, en el que gana sueldo mínimo; también busca ropa de segunda mano para venderla en un “Mercado Vintage”, con lo que gana por comisiones y es asistente administrativo en una carnicería.
Asegura que lo que gana le alcanza para darse uno que otro lujo porque vive con sus padres y no tiene el deber de gastar en comida o en casa.
Juan Carlos Cherema se desempeña como chofer en una empresa privada por 17 años y en su tiempo libre trabaja como taxista. Asegura que gana sueldo mínimo que no le alcanza para mantener a su esposa y dos hijos. En un día laborando como taxista gana alrededor de 40 mil bolívares, lo que recibiría en una sola quincena con su trabajo fijo.
2017-08-25