Luis Rojas Ponce | @Soyluisponce
Muchos aseguran que la situación económica por la que atraviesa el país ha extraído de los venezolanos lo peor: el bachaqueo, la delincuencia, la falta de tolerancia, entre muchas cosas más, sin embargo, algunos venezolanos han tenido la voluntad e iniciativa de apoyar a los menos afortunados.
Progreso Venezuela, surgió como un proyecto desarrollado por una pareja de jóvenes tras la necesidad de ayudar a las personas en situación de calle. Nayeska Cruz con 19 años y su novio Jeferson Posse de la misma edad decidieron emprender esta labor que definen como “gratificante”.
“Un día nos encontrábamos conversando sobre el aumento de las personas en situación de calle y decidimos ayudarlas: a los niños, a la gente joven que atraviesa viven en estas circunstancias. Si en ocasiones se hace difícil para uno que dentro de lo que cabe uno tiene, imagina a ellos”, asevera Cruz quien a su vez es estudiante de Comunicación Social.
Agrega que “aunque no estemos constituidos en las bases legales de una fundación, sentimos un compromiso muy grande con nuestro pequeño gran proyecto, lo visualizamos a futuro y eso te otorga una satisfacción indefinible”.
Progreso Venezuela tiene como finalidad realizar recolectas de alimentos y ropa, para posteriormente donarlos a personas en condición de calle. Manifiestan que aunque las acciones son satisfactoria se requiere de mucha paciencia para que el trabajo salga de la mejor manera.
Esta iniciativa comenzó en el mes de julio y ya han logrado realizar dos jornadas especiales de entrega de alimentos y ropas. “Estamos organizando todo para diciembre. Queremos regalarles juguetes a los niños y estamos seguros que lo lograremos, aseguró Posse.
“Progreso Venezuela no responde a ningún fin político aquí lo que deseamos es ayudar y ayudar, no creemos en las divisiones sino en el trabajo de corazón”, expresó Cruz.
Ambos se han trazado como finalidad atacar las problemáticas que se encuentran en el oeste de la ciudad de Caracas. “Hemos hechos recorridos desde Propatria hasta Caño Amarillo, en compañía de mi familia, de amigos cercanos que han sido consecuentes con el proyecto” manifestó Nayeska Cruz.
Nayeska y Jeferson son dos jóvenes venezolanos “comunes y corrientes” que dejaron de un lado sus intereses para abocarse a una realidad social latente en el país, añaden que su única intención es ayudar y que además esperan que muchos ciudadanos “común y corriente” se unan a esta labor.
Progreso Venezuela cuentan con redes sociales como Instagram y Twitter, aceptan cualquier aporte nuevo o usado que las personas deseen aportar.
Una situación silmilar ocurre en el estado Lara, donde se encuentra la Fundación Ayudar Es Un Don, una iniciativa que surge de la mano de un niño de 8 años, quien “vio a los niños escarbando de la basura y me dijo, mamá tenemos que ayudarlos. Yo en un poco irónica le pregunte: ¿Qué quieres hacer?, a lo que el muy conscientemente contestó: mamá tú sabes cocinar, vamos ayudarlos”. Solo eso fue necesario para que Magil Hernández madre de Carlos Samuel y ahora directora de la Fundación Ayudar Es Un Don, iniciara con esta labor.
“Mi hijo eso un día miércoles y el día domingo yo estábamos entregando sopas”, asegura Hernández, abogada de profesión y madre de dos hijos. Mi familia y yo comenzamos en el mes de febrero. Afortunadamente ya nos encontramos constituidas como una fundación con todos los parámetros de la ley”, agrega.
Magil expresa que el protagonista fundamental es su hijo Carlos Samuel Jordan, porque a su corta edad tiene un compromiso muy grande con los niños de la calle. “Nuestro propósito principal era atender a los niños, pero se nos ha hecho imposible no atacar las necesidades de familias, de los indígenas, de las personas que se encuentran en una situación deplorable”.
“Recibimos cualquier donativo nuevo o usado. Inclusive lavamos y mandamos a remendar la ropa que tiene detalles de costura, de agujeros”, menciona Hernández.
Esta fundación es meramente familiar y tiene la particularidad de regalar libros a los niños que se encuentran en la calle, ya que, para ellos “la educación es primero”.
Según el informe presentado en abril del presente año por Caritas De Venezuela, el 68 % de los niños evaluados tenían ya algún grado de déficit nutricional o estaban a punto de tenerlos.
La directora de la Fundación Ayudar Es Un Don explica que comenzaron regalando 80 sopas pero que ahora entregan aproximadamente 400 sopas a la semana. “Lastimosamente esta situación ha ido en aumento, pero ‘a mal tiempo buena cara’. Hemos recibido llamadas de distintas personas del país, pero siempre les pregunto si no pueden ayudar alguien de su sector o que esté más cerca de ellos. Siempre les digo que haga un almuerzo de más, o que regalen así sea galletas. Para ayudar no se necesita mucho, solo las ganas”.
La Fundación Ayudar Es Un Don cuenta con un correo electrónico [email protected] y cuenta en la red social Instagram con el mismo nombre.