Alejandra Pabón [email protected]
Ir caminando por Caracas y encontrarse personas hurgando en la basura, es una escena que se ha vuelto normal en la cotidianidad del venezolano. Sin importar en qué parte de la ciudad se encuentre habrá gente buscando qué comer o vestir en los basureros.
Por detestable o cochino que parezca, la situación país ha llevado a más de uno a buscar su plato de comida diario en las sobras del resto. En los alrededores de los restaurantes y centros de comida rápida se concentran los grupos que se alimentan de los desechos.
Daniela Aguilar, nutricionista de la Fundación Bengoa, asegura que el consumir desperdicios directamente desde los contenedores de basura es perjudicial para el sistema digestivo debido a la falta de asepsia.
Aguilar hace énfasis en la alimentación de los más pequeños, por la presencia de niños en estos grupos.
Agrega que también la alta contaminación arrojada en estos alimentos puede causar daños severos a la salud, incluso la muerte.
Aunque muchos lo ignoren, la Constitución de la República explica el derecho que tienen todos los ciudadanos a la seguridad alimentaria.
Absalón Méndez, doctor, afirma que la situación de pobreza extrema que viven muchas personas en el país es la que ha llevado al venezolano a este extremo. Añade la necesidad que existe en respetar lo que la Carta Magna demanda, pues todos tienen el derecho de alimentarse sanamente.
Antonio Carmona, psicólogo social, aclara que, aunque hayan personas observando esa realidad, psicológicamente nadie resulta más afectado que los que deben acudir a esto para poder comer.
Fotos de: Wladimir Campos
2016-09-09