La ciudad de Leavenworth, Kansas, es conocida por su historia criminal y su famoso penal federal, que albergó a figuras notorias como Al Capone y Machine Gun Kelly.
Este lugar, apodado ‘la casa grande’ de las cárceles, podría pronto convertirse en un centro de detención para inmigrantes indocumentados según informa Telemundo,.
El gobierno de Trump está financiando un acuerdo con la empresa privada CoreCivic Corp. para reabrir una cárcel de 1,033 camas en Leavenworth.
Lo hace utilizando un proceso de contratación acelerado que ha generado controversia.
La urgencia del ICE
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) expresó una “urgencia apremiante” por aumentar la capacidad de detención, lo que ha llevado a un incremento en los contratos con empresas privadas, como CoreCivic y The Geo Group.
Sin embargo, estos planes han encontrado resistencia local, ya que la ciudad de Leavenworth demandó a CoreCivic por intentar reabrir la prisión sin la aprobación de los funcionarios locales.
Una jueza federal se refirió a la cárcel cerrada como un “infierno”, lo que refleja la preocupación de la comunidad sobre las condiciones de detención.
Además de la reactivación de la cárcel en Leavenworth, el gobierno de Trump ha modificado contratos existentes y ha otorgado nuevos acuerdos sin licitación, lo que ha beneficiado a empresas con vínculos políticos.
Por ejemplo, un contrato reciente de 73 millones de dólares se destina a una empresa que ayuda a coordinar las deportaciones y gestionar tareas administrativas.
La creciente demanda de servicios de detención de inmigrantes ha llevado a CoreCivic a reportar un aumento significativo en su actividad.
Por otro lado, un proyecto de ley en la Cámara de Representantes propone un presupuesto de 45,000 millones de dólares para la detención de inmigrantes en los próximos cuatro años.
Un proceso rápido
Desde que Trump asumió su segundo mandato, las empresas CoreCivic y Geo Group han enfrentado una disminución en la actividad.
Esto debido a reformas de sentencias que redujeron la población carcelaria, dejando alrededor de 20 instalaciones inactivas.
Sin embargo, la administración busca aumentar la capacidad de detención de inmigrantes, pasando de las 41,000 camas actuales a al menos 100,000, con proyecciones que podrían superar las 150,000.
Para justificar este aumento, ICE declaró una emergencia nacional en la frontera con México y autorizó nueve contratos de cinco años para un total de 10,312 camas, sin seguir el proceso de competencia abierta habitual.
Entre las instalaciones mencionadas por ICE se encuentran la cárcel de Leavenworth, una de 2,560 camas en California City, California, y una prisión de 1,800 camas en Baldwin, Michigan.
Sin embargo, los detalles de los acuerdos, incluido el de Leavenworth, no han sido publicados.
Los ejecutivos de CoreCivic y Geo Group han comentado que ICE ha utiliza cartas de acuerdo para acelerar la aprobación de estos contratos.
La instalación de CoreCivic en Leavenworth es considerada una prioridad debido a su ubicación estratégica, a solo 10 millas del Aeropuerto Internacional de Kansas City.
Esta cárcel albergaría tanto a hombres como a mujeres y se convertiría en un destino para los arrestados en el área de Chicago, lo que aumentaría su relevancia en el sistema de detención.
Las prisiones han sido históricamente un pilar de la economía local, proporcionando empleo a cientos de trabajadores en varias instalaciones, incluyendo la primera penitenciaría federal del país y otras cárceles en la región.
Escepticismo
A pesar del apoyo electoral que recibió Trump en el condado de Leavenworth, la clase política local ha mostrado escepticismo hacia CoreCivic, la empresa que busca reabrir su instalación carcelaria.
Los funcionarios de la ciudad argumentan que CoreCivic necesita un permiso de uso especial para poder operar nuevamente, a lo que la empresa responde que no lo requiere, ya que nunca abandonó el lugar.
Esta disputa legal llevó a la ciudad a demandar a CoreCivic, y un juez estatal ordenó que se obtuviera el permiso.
La tensión se intensificó debido a incidentes pasados en la instalación, donde se albergaban sospechosos criminales.
CoreCivic dejó de albergar detenidos en espera de juicio en su instalación de Leavenworth a finales de 2021, tras una directiva del expresidente Biden para reducir el uso de prisiones privadas.
Durante su funcionamiento, la ACLU y defensores públicos denunciaron graves problemas de seguridad y derechos humanos, incluyendo apuñalamientos y suicidios.
Un exguardia de la instalación, William Rogers, describió la situación como caótica, mencionando que sufrió agresiones que lo llevaron a urgencias médicas en varias ocasiones.
La demanda de Leavenworth incluyó declaraciones de la jueza federal Julie Robinson, quien describió la situación en CoreCivic como un “absoluto infierno”.
La demanda también alegó que los detenidos eran castigados de manera inhumana y que la empresa obstaculizaba las investigaciones de crímenes violentos.
A pesar de estas acusaciones, una visita reciente a la instalación mostró un entorno aparentemente limpio, y la nueva directora de CoreCivic, Misty Mackey, se disculpó por las experiencias pasadas de los empleados, afirmando que la empresa está comprometida a aprender de situaciones difíciles.
Reapertura de prisiones
La administración de Trump está considerando la reapertura de prisiones cerradas, incluida la instalación de CoreCivic en Leavenworth, para cumplir con sus planes de deportación.
Según Marcela Hernández, directora de la Red de Vigilancia de Detención, reabrir instalaciones existentes es más rápido que construir nuevas.
Sin embargo, algunas jurisdicciones han aprobado ordenanzas que prohíben el alquiler de espacios en cárceles para la detención de inmigrantes.
ICE ha utilizado modificaciones de contratos para reabrir cárceles como el recinto Delaney Hall en Newark, Nueva Jersey.
También un centro en Dilley, Texas, sin ofrecer explicaciones claras sobre la falta de licitaciones abiertas.
La instalación de Newark reanudó las admisiones el 1 de mayo y enfrenta problemas significativos, incluyendo un posible motín y varias fugas confirmadas por el Departamento de Seguridad Nacional.
Por su parte, el centro de Dilley, diseñado para albergar familias, ha comenzado a operar bajo nombres de “vecindarios” para sus unidades.
Los detalles financieros de estas modificaciones de contrato están ocultos en los documentos disponibles en línea, y ICE no ha respondido a solicitudes de comentarios sobre estos acuerdos.
Millones de dólares en ganancia
Los ejecutivos de prisiones privadas están anticipando un aumento significativo en sus ganancias debido a la creciente demanda de servicios de detención por parte de ICE, especialmente tras la reelección de Trump.
Desde noviembre, las acciones de CoreCivic han subido un 56% y las de Geo un 73%. Michael A. Hallett, profesor de justicia penal, describe esta situación como una “fiebre del oro”.
Esta sería una situación donde la demanda ha aumentado drásticamente y las empresas pueden establecer sus propios términos al ser los únicos proveedores.
Tanto CoreCivic como Geo han invertido en campañas políticas, principalmente del Partido Republicano, para asegurar su influencia y beneficios en este contexto.
CoreCivic comenzó conversaciones diarias con la Administración Trump y espera reactivar todas sus prisiones inactivas este año.
Su contrato con ICE para la instalación de Leavenworth implica un ingreso de 4.3 millones de dólares al mes.
Sin embargo, algunos expertos, como Tiefer, advierten que ICE está asumiendo un riesgo considerable al otorgar contratos a CoreCivic sin competencia, lo que podría resultar problemático dada la historia de la agencia.
A pesar de estas preocupaciones, los analistas financieros han recibidorecibieron positivamente los nuevos contratos, destacando su potencial para generar ganancias significativas para las empresas involucradas.
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