Nayzai Saavedra|[email protected]
Los modelos climáticos nacionales e internacionales pronostican que a finales de año se podría generar un evento “La Niña” en el país, según indicó el coronel José Pereira, especialista en meteorología y acción de riesgo.
Panorama
En un evento llevado a cabo el día de ayer con el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inameh) con motivo del Día Mundial del Agua, y bajo las premisas “Más Caluroso. Más seco. Más Húmedo. Debemos prepararnos para el futuro”, el presidente del Inameh José Gregorio Sottolano consideró las posibilidades de este pronóstico, según indicó el coronel Pereira.
“Venían comentando que la parte fuerte de “El Niño” fue en diciembre; viene en fase de decaimiento, y se estima que para junio o julio se esté entrando a una fase neutra, es decir, deberían haber lluvias en Venezuela con normalidad para esa época, y se tratará de recuperar los embal- ses”, refirió Pereira.
El especialista explicó que el cambio climático deriva del calentamiento global que causa que en zonas donde normalmente no llovía esté lloviendo más intensamente, y en donde había lluvias fuertes está disminuyendo.
“La variabilidad climática de los eventos extremos van a ser más repetitivos e intensos; es decir, las inundaciones, las sequías, los huracanes, las heladas, las nevadas, como hemos, visto se están intensificando”, comentó.
Pronósticos
De hecho, a principios de año las predicciones meteorológicas para 2016 habían hablado de que el Fenómeno de El Niño -agravado por el cambio climático- seguiría generando caos durante la primera mitad del año, potenciando las sequías -como es el caso de Venezuela- e incrementando lluvias en muchas partes del mundo provocando inundaciones y deslaves peligrosos.
Pero se advirtió que el panorama podría empeorar si antes de que termine el año llega “La Niña”. “Se habla de un enfriamiento del Pacífico y hay que tener claro, si ‘El Niño’ para Venezuela deviene en sequía, ‘La Niña’ origina precipitaciones por encima de lo normal”, explicó Pereira.
Factor de riesgo
Para la fecha, aún no se sabe si este fenómeno llegará a Venezuela con una categoría fuerte o débil, pero hay que tomar en consideración que debido a los numerosos incendios de vegetación se ha perdido la capa protectora en montañas, en las vertientes de los ríos.
“Esa maleza, cuando vienen las lluvias, recolectan, absorben agua y permiten una zona protectora; sin ella el agua no tiene ninguna retención”, advirtió Pereira.
Esto traerá como consecuencia posiblemente deslizamientos de tierra e inun-daciones en las riveras de los ríos.
Valdemar Andrade, ingeniero de la Estación del Departamento de Ingeniería de Hidrometeorológica de la Universidad Central de Venezuela (UCV), coincidió en que cuando el suelo queda desprotegido por estos incendios y ocurren precipitaciones, comienza a aumentar la erosión y el sedimento, al llegar a los drenajes, a algún río o alguna quebrada provoca colapsos.
Además, advirtió que si cerca de estos caudales hay un embalse puede causar que se sedimente más rápido y reducir a la mitad la vida útil de un embalse.
Acciones ya
Pereira y Andrade coincidieron con que hay que tomar previsiones, hacer mantenimiento al sistema de drenajes en las grandes ciudades, en las zonas recolectoras de agua de lluvias, en las riveras de los ríos, recoger toda esa cantidad de escombros que hayan quedado de los incendios. “En este momento es importante evitar incendios para evitar que más espacios pierdan la capa protectora como ha ocurrido en los valles de Aragua y de Caracas”, finalizó Pereira.
2016-03-30