Los científicos han logrado desentrañar algunos datos más sobre el vuelo sostenido de los colibríes.
Por ejemplo, que producen una vibración y movimiento mínimo sobre su espalda mientras aletean, dejando todo el trabajo a las articulaciones.
Esto les permite mantener la forma en vuelo, por lo que los vemos casi quietos en el lugar, como flotando, mientras se alimentan con sus picos de casi 10 cm.
Logrando unos 55 aleteos por segundo, los colibríes tienen la sacudida del cuerpo más rápida entre vertebrados en el planeta.
El aleteo dura una fracción de segundo, por lo que nunca se había podido percibir.
Repitiendo y grabando en vídeo estas acciones en condiciones controladas, se hace posible observar con más con cuidado, por ejemplo, cómo es que un ave inclina sus alas para reducir la marcha cuando está aterrizando o cómo inicia el vuelo.
El laboratorio adquirió recientemente un sistema avanzado de medición de flujo que puede ayudar a elucidar cómo es que las aves manipulan la corriente de aire con sus alas durante sus maniobras.
Y todo esto, a la larga, servirá para construir mejores robots.
Fuente: Sabiasundato
Miércoles 10/07/13