2001.com.ve / Albany Aponte
Edward Mordrake fue un burgués inglés -nacido en el siglo XIX- afectado con un problema congénito llamado diprosopia, que es un síndrome causado por una anomalía genética que implica la duplicación de varios rasgos de la cabeza, incluyendo toda la cara.
Se sabe con bastante seguridad que era hijo de la condesa de Darlington, en Inglaterra y que su posición, unida a su condición física, le sumó el odio y desprecio de la comunidad, porque Edward Mordrake tenía en realidad dos rostros.
Uno de sus rostros era completamente sano y otro en el cuello, casi en la parte posterior, atrofiado. Según cuentan, su segundo rostro se movía, lo que resaltó mucho más inquietante a la sociedad. Tenía capacidad de sonreír y hacer pucheros independientemente del otro rostro de Edward.
También se comentó que el rostro seguía con la mirada y, según cuenta la leyenda, el propio Edward Mordrake solicitó que se la extirpasen pues le susurraba cosas “salidas del infierno”.
Lo que sí es cierto es que con 23 años, sumido en una profunda depresión, Edward Mordrake se quitó la vida ahorcándose en el balcón de un piso que había alquilado. Este hecho solo consiguió alimentar la macabra leyenda del segundo rostro de Mordrake. Aunque probablemente la depresión a la que estaba sometido se debiera al rechazo popular, su condición extraordinaria y, quién sabe si no a cuestiones fisiológicas.
Sobre el otro rostro de Mordrake, nunca se determinó hasta que punto era funcional, aunque aseguran que era bastante posible que tuviese nervios y músculos que le permitiesen hacer movimientos vagos e imprecisos, y que hasta Mordrake estuviese afectado por tics y movimientos espásmicos debidos al rostro secundario. / Con información de Informe 21.
2015-06-07