2001.com.ve
Jim Kowwalczik y Jimbo (el oso) se conocen desde hace 22 años, cuando el osezno huérfano llegó al Orphaned Wildlife Center, un santuario animal en Otisville, Estados Unidos y desde entonces, han logrado construir un vínculo especial.
Noticias Relacionadas
Según reseña Chilevisión, como es su costumbre Jim entró a saludar a Jimbo, se recostó un rato con él y, después de los abrazos, el animal empezó a lamerle el rostro. En un abrir y cerrar de ojos, la cabeza del hombre estaba dentro del hocico de su compañero.