La selección de Argentina consiguió este martes 13 de diciembre su clasificación a la Gran Final del Mundial de Qatar 2022, donde buscará la tercera estrella en su camiseta albiceleste después de los títulos obtenidos en 1978 y 1986.
Argentina jugará la sexta final de Copa del Mundo en su historia. Se dice pronto pero hay que recordar que durante las seis semifinales que disputaron, todas las ganaron. Una efectividad del 100% para un equipo que quiere regalarle a Lionel Messi el único gran título que le falta en su extraordinario currículum.
La primera vez que Argentina jugó una final de Mundial fue en Uruguay 1930. Esa ocasión fue la primera edición mundialista de la historia. Era un combinado que tenía a Guillermo Stabile, Adolfo Zumelzú, Francisco Varallo o Carlos Peucelle en sus filas, pero cayeron en la final con la anfitriona Uruguay 4-2.
Esa caída, sin embargo, empezaba a forjar el carácter y el gen competitivo de un país que vive el fútbol con pasión, y que tuvo que esperar 48 años para volver a jugar una instancia decisiva.
Argentina 1978: Mario Kempes puede con todo
48 años después de esa derrota en tierras charrúas, Argentina volvió a jugar una final en su país, en 1978 cuando organizaron el Mundial.
Era una Argentina gobernada por el dictador Jorge Videla, pero en el campo tenían a un tipo espigado que se movía en el área como un auténtico "matador": Mario Alberto Kempes.
De la mano del ídolo ganaron la Copa del Mundo en su casa. La primera estrella de su historia después de derrotar a la Naranja Mecánica holandesa en la final 3-1,un Mundial que tuvo la sospecha de la victoria por goleada ante Perú en semifinales 6-0 pero que de todas todas significó el primer gran éxito en el fútbol de la Argentina.
Daniel Passarella, Tarantini, Houseman, Luqué y compañía acompañaron a Kempes y pudieron levantar al cielo sudamericano su primera Copa del Mundo. Aún no aparecía Diego Maradona en plan estelar pero en el banquillo brillaba César Luis Menotti, tanto fue así que incluso inculcó una forma de entender el fútbol en el país.
Aparece el genio de Maradona y los lleva a la gloria
La aparición de Diego Armando Maradona en escena en México 1986 fue como la de esos superhéroes que crees que todo lo pueden lograr. Y así fue con él.
Es sobradamente conocido lo que hizo Diego en tierras manitas. Le marcó el gol del siglo a Inglaterra en cuartos de final, también engañó con su mano de Dios, venció a Bélgica en semifinales él solito y en la final se impusieron a Alemania Federal 3-2.
Fue la segunda estrella de Argentina, con Carlos Salvador Bilardo en el banquillo, su tercera final y el descubrimiento de un mito que por siempre ocupó un puesto privilegiado entre los grandes mitos que el deporte argento le ha regalado a la historia.
Italia 1990: la cuarta final de Argentina y la segunda derrota
Nuevamente Maradona comandó a Argentina a la final del Mundial cuatro años más tarde, en Italia 1990.
Era Italia el segundo país de Maradona. La nación que lo acogió como ídolo de masas con el Napoli, y el terruño que lo vio también caer en una final polémica con Alemania después de un penalti que Andreas Brehme anotó.
Recordada es esa Copa del Mundo por sus gritos de "hijos de p.." en las semifinales ante Italia después que sintiera la traición de los "azzurri" cuando pitaron el himno albiceleste momentos antes de un partido que ganaron en penales.
Esperan 24 años: llega Brasil 2014, la gran derrota de Messi
Tras Italia, Argentina tuvo que esperar 24 años para volver a jugar una final del mundo. Y lo hizo en el país que más aborrece futbolísticamente hablando: Brasil.
En la edición de 2014 el equipo que dirigía Alejandro Sabella le ganó a equipos como Irán, Suiza, Bélgica, Holanda o Nigeria, y en la final cayeron en la prórroga 1-0 contra Alemania con gol de Mario Götze en el Maracaná.
Lionel Messi vio como su oportunidad de ganar una Copa del Mundo se esfumaba, pero no era consciente que el destino le tenía aguardada una revancha.
Esa que vivirá el próximo domingo 18 de diciembre en el estadio Lusail y donde Francia o Marruecos serán el último obstáculo en su máximo deseo: que en la sexta final mundialista de su país pueda levantar el título de campeón mundial.
Lo esperan sus más acérrimos seguidores y un país que late con él.
Solo sabremos si lo consigue en unos días.
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