Carlos Zambrano "El Toro" Zambrano fue una de las figuras más explosivas y complejas del béisbol en la década de 2000. Su interesante historia, marcada por la perseverancia y un talento prodigioso, también está definida por un temperamento fuerte que lo llevó a protagonizar recordadas polémicas.
El camino de Zambrano hacia el estrellato comenzó en las calles de Puerto Cabello en el seno de una familia humilde, y descubrió en el beisbol una esperanza para él y su familia.
Su talento natural para lanzar fue evidente desde muy joven, y a los 16 años, firmó un contrato profesional con los Chicago Cubs. Su perseverancia lo llevó a escalar rápidamente en las ligas menores, y mostró un poderoso brazo, así como una actitud de líder, a pesar de su corta edad.
Números envidiables para "El Toro" Zambrano
Una vez en las Grandes Ligas, Zambrano se convirtió en el lanzador estrella de los Cachorros. Su repertorio incluía una recta de casi 100 millas por hora, lo que lo convirtió en un lanzador dominante y temido por los bateadores rivales, lo que provocó que fuera seleccionado a tres Juegos de Estrella (2004,2006 y 2008).
Sin embargo, Zambrano no solo lanzaba, sino que también destacó como bateador, con 24 cuadrangulares en su carrera, números llamativos para un pitcher.
Asimismo, dejó un promedio vitalicio de .238, con 71 carreras impulsadas y premios Bate de Plata, que los consiguió en 2006, 2008 y 2009.
Pero el mejor momento de su carrera llegó en 2008, cuando lanzó un memorable juego sin hit ni carrera contra los Astros de Houston, un logro que consolidó su estatus de ídolo en Chicago y se convirtió en uno de los momentos más épicos de la historia del equipo, y una gesta aplaudida por la fanaticada venezolana.
Durante toda su carrera tuvo una efectividad de 3.66, con 1.637 ponches, 132 victorias y 91 reveses.
Episodios polémicos en su carrera
Sin embargo, la misma pasión que lo hacía un competidor feroz también alimentaba un temperamento explosivo. "El Toro" también ha sido recordado por sus peleas en el montículo y en el dugout.
Uno de los incidentes más recordados ocurrió en 2007, cuando protagonizó una violenta pelea con su compañero de equipo, Michael Barrett, en el dugout de la banca, un altercado que se hizo público y dañó severamente el ambiente del equipo.
En otra ocasión, en 2010, Zambrano fue suspendido por seis partidos tras un altercado con el manager Lou Piniella, donde destrozó un enfriador de agua y discutió con sus compañeros.
Asimismo, sus confrontaciones con árbitros y sus gritos a sus propios compañeros se volvieron algo recurrente, ganándose una reputación de ser un compañero difícil y un jugador que podía perder el control en cualquier momento.
Un nuevo comienzo guiado por la religión
Su talento lo colocó entre los lanzadores más temidos de su generación, pero sus problemas de ira se convirtieron en el principalobstáculo para alcanzar su máximo potencial. Actualmente, entregó su vida a Dios como pastor cristiano.
"He tenido tantas pruebas que creo que he superado todo eso", declaró Zambrano al periodista Marcos Grunfeld en una entrevista concedida a El Emergente. "Pienso que desde que tengo a Cristo en mi corazón, mi vida cambió".
Visite nuestra sección de Deportes
Mantente informado en nuestros canales de WhatsApp, Telegram y YouTube