El conductor del tren siniestrado el 24 de julio pasado en Santiago de Compostela, España, Francisco José Garzón, ignoró tres avisos de aproximación al lugar del suceso, al conducir a una velocidad mayor al doble de la permitida.
Así lo dio a conocer el informe del contenido de las cajas negras, elaborado por la Policía Científica. En el documento se detalla que el conductor, quien iba a una velocidad de unos 199 kilómetros por hora, tampoco prestó atención a los avisos que señalaban la proximidad de un trecho delicado del recorrido, reseña página web de Telesur.
En el accidente murieron 79 personas y cientos resultaron heridos. El impacto se produjo a 179 kilómetros por hora, siendo 80 kilómetros por hora la velocidad permitida en el tramo donde se originó el accidente.
Otra información confirmada fue que el maquinista dejó de hablar por el teléfono 11 segundos antes del accidente.
El titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Santiago de Compostela, Luis Aláez, decidió dejar en libertad condicional, con cargos, al conductor del tren, después de que admitiera su imprudencia al conducir el tren.
El juez también dictaminó retirar el pasaporte del imputado, así como tendrá que presentarse cada semana ante el juzgado./AVN
Sábado 3/8/2013