Dos militares murieron cuando sujetos armados emboscaron a un grupo de militares en el estado de Michoacán, México.
El presidente, López Obrador, lamento las muertes y afirmó que "ya no son las masacres que había anteriormente”, sin ofrecer más detalles.
El gobierno mexicano ha enviado policías estatales y soldados a la zona para restablecer el orden donde distintos carteles se disputan el control del territorio.
Los cárteles han respondido a las acciones de las fuerzas de seguridad bloqueando las carreteras con camiones.
Los grupos delictivos, y algunos residentes, también han adoptado técnicas como cavar trincheras en los caminos para mantener a los rivales o a las autoridades fuera del lugar.
En otras partes del país manifestantes han empujado a soldados, los han desarmado e incluso secuestrado brevemente después de que López Obrador ordenó al Ejército no reaccionar ante los incidentes.
AP
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