Viernes 13 de Diciembre - 2024
VENEZUELA
Escoge tu edición de 2001online.com favorita
Venezuela
América

El Palacio de Tokio explora cómo el arte trueca el dolor en energía positiva

Miércoles, 12 de febrero de 2014 a las 07:30 pm
Suscríbete a nuestros canales

EFE

Articular contemplación y acción, transformar el dolor en energía positiva, son las aspiraciones claves de la nueva temporada del Palacio de Tokio de París, que hoy presentaron sus artistas y el presidente de esa institución dedicada a las vanguardias artísticas, Jean de Loisy.

"L’État du Ciel" (el Estado del Cielo) es el título elegido para mostrar que "el arte no es solo un evento estético, sino también una toma de consciencia y una acción en lo real", dijo a Efe Jean de Loisy al resumir la manifestación.

Durante seis meses se sucederán una decena de exposiciones y propuestas "de artistas de todas las generaciones, que hablan del estado del mundo e intentan decir con su vocabulario plástico cómo podemos intervenir o comprender su cambio o sus cambios", resaltó.

Hoy se inauguraron las exposiciones "Nouvelles histoires de fantômes", del filósofo e historiador del arte Georges Didi-Huberman y el fotógrafo e historiógrafo Arno Gisinger; "Mo’WSwallow" del artista plástico David Douard; "Terre de Départ", obra de Angelica Markul y la serie de "performances" "Des choses en moins, des choses en plus".

Mientras David Douard (1983) despliega una fábula testigo de las mutaciones absurdas del mundo, en formas audaces que dejan un dudoso espacio a la belleza, Didi-Huberman y Gisinger revelan cómo el mundo del lamento y el dolor puede invertirse y devenir energía positiva.

Inspirados en la energía transformadora del dolor y en la plancha Nº 42 -sobre el mismo tema- del "Atlas Mnémosyne" del historiador alemán Aby Warburg (1866-1929), ambos buscaron, además, una manera diferente de exponer y de aproximarse al arte.

Lograron una espectacular exhibición de fotografías y películas proyectadas en gran formato sobre las paredes y el suelo, espléndida heredera de esa plancha Nº 42, con reproducciones de Donatello, Mantegna, Rafael y otros grandes del arte, que Warburg tituló ya "‘Pathos’ del sufrimiento como inversión energética".

A sus reproducciones, se sumaron en París otras modernas y contemporáneas; fragmentos de películas de Glauber Rocha, Theo Angeolpoulos, Pasolini o Godard; imágenes etnológicas y documentos de historia, en el intento de mostrar cómo los "pueblos en lágrimas" son susceptibles, bajo ciertas condiciones, de lanzar un gesto de emancipación capaz de convertirse en "pueblos en armas", explicaron.

En "Terre de Départ", Angelica Markul (977), premio Sam para el Arte Contemporáneo 2012, recrea su personal cartografía de la humanidad en la proyección del impetuoso y perpetuo movimiento -a veces invertido- de las cataratas de Iguaçu, en la frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay; el gigantesco corazón del telescopio del Cerro Paranal de Chile; o los efectos de la catástrofe nuclear de Chernóbil de 1986 décadas después.

La serie de "performances" que hoy debutó en uno de los cuatro inmensos espacios ocupados por "El Estado del Cielo", presentó entre otras una de las primeras de la artista española Esther Ferrer (1937), pionera en el género y el "art action", que este sábado inaugura una monográfica en el Museo de Arte Contemporáneo del Val-de-Marne (MAC/VAL), vecino a París.

Una segunda tanda de exposiciones comenzará a finales de abril, mientras que la tercera, de junio a septiembre, cerrará la temporada abierta hoy en la sección oeste del Palacio de Tokio, donde el Estado francés, propietario de sus 22.000 metros cuadrados decidió en 2002 crear un Sitio de creación contemporánea volcado en el arte más actual.

Esa parte oeste del edificio toma su nombre del gigantesco monumento de alas casi gemelas construido para la Exposición Internacional de 1937, entre el Sena y la avenida del Président-Wilson, y cuya sección este acoge el igualmente enorme Museo de Arte Moderno de la Villa de París, propiedad municipal.