El sector ferroviario británico reanudó este viernes una huelga de 48 horas en demanda de mejoras salariales y contra el empeoramiento de sus condiciones laborales. Mientras que los examinadores de conducción y los agentes de autopistas también van al paro en algunas zonas del Reino Unido.
Unos 40.000 miembros del Sindicato de ferrocarriles, marítimo y de transportes se han adherido a esta medida de fuerza. La misma ha provocado trastornos a miles de personas que utilizan este medio de transporte.
El sector ferroviario ya había ido al paro esta semana y a finales del año pasado. Sin que hasta el momento se haya llegado a un acuerdo con las catorce empresas operadoras de los servicios y la gestora estatal Network Rail.
Netowrk Rail ha estimado que hoy están operativos solo el 20 % de los servicios de tren. Por lo que desaconseja viajar a menos que sea "absolutamente necesario".
RMT reclama un incremento salarial en torno al 7 %, pero la gestora ofrece un 5 % y aún menos las operadoras privadas. Todo por debajo del índice de inflación, que supera el 10 %.
Despidos
Además, los huelguistas del sector se oponen al empeoramiento de sus condiciones contractuales y a los "miles de despidos" que se derivarán de la abolición prevista de las taquillas y los inspectores de trenes en todo el país, dijo a EFE el secretario general del sindicato ferroviario, Mick Lynch.
Lynch acusa al Gobierno conservador de "interferir" en las negociaciones con los empleadores "por motivos ideológicos".
Con todo, el sindicalista aseguró que irán "con buen talante" a la reunión propuesta ahora por el Ejecutivo del primer ministro británico Rishi Sunak para el próximo lunes con todos los sectores en huelga, que incluyen también a enfermeros y conductores de ambulancias.
"No ha habido negociaciones ni reuniones durante más de un mes, pero la próxima semana nos veremos con los responsables gubernamentales de transporte, las empresas ferroviarias y Network Rail. Esperamos que el Gobierno tenga algo nuevo que decir", declaró a EFE.
Lynch sospecha que el Gobierno de Sunak lo ha retrasado porque "quería anunciar nuevas leyes antisindicales que suprimen los derechos de los sindicatos".
Sunak defendió este viernes su decisión, anunciada ayer, de legislar para restringir el derecho a huelga al imponer servicios mínimos en varios sectores. Incluidos los empleados ferroviarios, bomberos y ambulancias, lo que, según Lynch, socavará el derecho básico de los trabajadores a retirar su fuerza laboral.
El primer ministro "tory" insistió en que debe "equilibrar" el derecho a la huelga con "el de los ciudadanos corrientes a hacer su vida sin trastornos".
Negociación
Sunak instó a los sindicatos de todos los sectores a participar el lunes "de manera constructiva" en una conversación "adulta" sobre lo que "es asequible, razonable y responsable para el país".
El portavoz del Tesoro del Partido Laborista, Pat McFadden, opinó por su parte que los "tories" están usando "la ley como arma" política al anunciar cambios legislativos en medio de las actuales disputas, sabiendo que, por el tiempo que tardarán en ser aprobados por el Parlamento, no tendrán un efecto en ellas.
Algunos encargados de tomar los test de conducir en Londres, sureste y suroeste de Inglaterra y en Gales también van al paro este viernes en reclamo de mejoras salariales, así como los agentes de autopistas.
Estas huelgas, a las que se han unido otros sectores en las últimas semanas, como las ambulancias, enfermería, aduanas o correos, han provocado una crisis en el Reino Unido, sin que de momento se vislumbre una solución.
EFE
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