EFE
La comisión de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo (PE) dio hoy luz verde a la alemana Sabine Lautenschläger como vicepresidenta del consejo supervisor del nuevo mecanismo único de supervisión.
La comisión europarlamentaria que preside la británica Sharon Bowles debía dar el visto bueno previo al cargo, según la normativa del propio mecanismo de supervisión.
El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) propuso a Lautenschläger para el cargo oficialmente el pasado 22 de enero.
En el debate con los eurodiputados antes de la votación, la alemana señaló su compromiso con un sistema de supervisión "democrático y transparente" en el que "queden claras todas las normas de vigilancia aplicables".
Asimismo, defendió que el mecanismo "tomará lo mejor de cada modelo de supervisión nacional sin que ningún país imponga su sistema".
Lautenschläger destacó que para "una unión bancaria sólida es indispensable además de una estructura sólida de supervisión, un sistema sólido de resolución", y se mostró confiada que "el proceso legislativo (para el mecanismo de resolución único) avance de forma que pueda ponerse en marcha de aquí a final de año".
El Consejo y el Parlamento Europeo se encuentran en plenas negociaciones sobre el mecanismo único de resolución bancaria.
Mientras la Eurocámara pide que la Comisión Europea tenga la última palabra para la resolución de las entidades, los Gobiernos europeos apuestan por un modelo intergubernamental con menos competencias para el Ejecutivo comunitario.
Los eurodiputados ya dieron igualmente su luz verde a Lautenschläger el pasado 13 de enero como miembro del directorio del BCE en sustitución de su compatriota Jörg Asmussen, que dejó su puesto en diciembre para convertirse en viceministro de Trabajo del nuevo Gobierno alemán.
El presidente del BCE, Mario Draghi, ha destacado públicamente que Lautenschläger es una experta "de gran prestigio" en supervisión bancaria mundial, y ha mostrado su deseo de trabajar con ella.
La alemana, una reconocida jurista de 49 años dedicada en los últimos años a la supervisión bancaria, cuenta con el apoyo explícito de Wolfgang Schäuble, ministro de Finanzas alemán.
Alemania no tiene un asiento asegurado en el directorio del BCE, pero se da por supuesto que la mayor economía de la eurozona debe estar permanentemente representada en este órgano decisorio compuesto por seis miembros.