Los emperadores de Japón, Akihito y Michiko, delegarán en sus hijos sus visitas anuales a guarderías y residencias de ancianos a partir de 2014, en lo que supone un primer paso para aligerar su agenda de trabajo, informó hoy la Agencia de la Casa Imperial.
La pareja ha expresado su deseo de encomendar estas tareas a sus hijos, el príncipe heredero Naruhito y el príncipe Akishino, y a sus respectivas cónyuges, las princesas Masako y Kiko, una vez que los dos hayan cumplido 80 años, explicó el lunes un portavoz de la agencia.
Akihito cumplirá esa edad en diciembre y Michiko lo hará en octubre de 2014.
Cada año, ambos realizan una visita anual a una guardería el 5 de mayo, Día del niño en Japón, y a una residencia para la tercera edad el tercer lunes de septiembre, cuando se conmemora el Día del Respeto a los Ancianos.
La decisión se ha anunciado en un momento en que la Agencia de la Casa Imperial se plantea la posibilidad de rebajar el número de compromisos en la agenda de Akihito, delicado de salud desde 2003 y sometido a una operación de "bypass" coronario el año pasado.
El anuncio también coincide con la reciente abdicación de Beatriz de Holanda, que a sus 75 años legó el trono a su hijo Guillermo-Alejandro, y los crecientes rumores sobre una posible renuncia de Alberto II de Bélgica, de 78 años.
Sin embargo, y pese a que las abdicaciones de emperadores han sido práctica habitual en la historia de Japón, la actual constitución no recoge ninguna disposición que permita al jefe de Estado encomendar el trono del Crisantemo a su descendencia.
En cualquier caso, la agencia ha querido desvincular esta decisión con la necesidad de aligerar la agenda de Akihito.
"Mientras que reducir la carga de trabajo (del emperador) es un tema pendiente, creemos que este tema concreto (delegar las visitas anuales) va por separado", explicó el vice gran chambelán de la agencia, Shinichiro Yamamoto. EFE