DPA
El ex gobernador Eduardo Campos, del Partido Socialista Brasileño (PSB), confirmó que se postulará a las elecciones presidenciales de octubre, teniendo como compañera de fórmula a la líder ambientalista Marina Silva, quien obtuvo casi 20 millones de votos en los comicios presidenciales de 2010.
Campos es un antiguo aliado del Partido de los Trabajadores (PT) de la presidenta Dilma Rousseff, pero rompió con el gobierno alegando discrepancias con los rumbos de la gestión de la actual mandataria, quien buscará la reelección en las próximas urnas.
Una encuesta reciente del Instituto Datafolha reveló que la candidatura de Rousseff se debilitó en las últimas semanas: su índice de intención de voto cayó del 44 por ciento, en febrero, al 38 por ciento ahora.
Según el sondeo, el precandidato del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), el senador Aecio Neves, marcha segundo con un 16 por ciento de las preferencias, seguido por Campos, quien tendría hoy sólo un diez por ciento.
Para los analistas, la alianza con la ex ministra de Medio Ambiente del pasado gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva podrá aumentar el índice de apoyo popular a Campos en los menos de seis meses que faltan para las elecciones.
De hecho, la encuesta del Datafolha revela que, si saliera candidata a la Presidencia, Silva recibiría hoy un 27 por ciento de los votos.
No obstante, el plan de la política "verde" de postularse al gobierno fue frustrado por la Justicia electoral, que denegó su pedido de registro de un nuevo partido, bautizado Red Sustentabilidad, por faltar unas 50.000 firmas para completar el número mínimo de 492.000 exigido por ley a tal fin.
Ante el fracaso de su proyecto de candidatura, Silva optó por aliarse a Campos.
El líder del PSB confía sacar provecho del carisma y de la popularidad de su flamante aliada, quien terminó tercera la disputa de la primera vuelta de los comicios presidenciales de 2010, en los que recibió 19,6 millones de votos, pese a que disponía de poco más de un minuto diario para divulgar su programa de gobierno por televisión.
La ex senadora "verde" predica una "nueva política" y rechaza las prácticas actuales, en las que, a su juicio, los "intereses estratégicos" del país son desplazados por negociaciones destinadas a repartir puestos en el gobierno entre los partidos aliados.
Silva afirmó que optó por aliarse a Campos,para darle la oportunidad de concretar sus proyectos. El gobernador -un antiguo aliado del PT, quien ya comandó el Ministerio de Ciencia y Tecnología- aceptó la propuesta.
"Estoy totalmente de acuerdo con Marina. Mejor tener poco tiempo en la televisión pero tener buenas ideas, con legitimidad", dijo el político de 48 años, quien es nieto del fallecido líder izquierdista brasileño Miguel Arraes.