Un agente de la policía holandesa se encuentra en Murcia para participar en el operativo policial abierto a raíz de la desaparición, el pasado lunes, de la exjugadora internacional de voleibol de aquel país Ingrid Visser, de 36 años, y de su pareja, Lodewijk Severin, de 57.
Un portavoz de la Policía Nacional ha informado a Efe de que continúan abiertas todas las líneas de investigación en relación a este caso, lo que ha hecho necesaria la colaboración de la policía de Holanda por las extrañas circunstancias en las que, aparentemente, se ha producido la desaparición.
La deportista y su pareja "tenían una relación normal con sus familias y mantenían el contacto con ellos" de forma periódica, y fueron vistos por última vez en la noche del pasado lunes a su salida del hotel Churra de Murcia, donde estaban hospedados, han indicado las fuentes.
Según la policía, ambos habían viajado a esta ciudad por motivos sanitarios, al parecer para someterse a un tratamiento de fertilidad, y tenían vuelo de regreso a su país el miércoles pasado, día 15.
Junto al agente holandés, también se encuentran en la jefatura de policía de Murcia familiares de los desaparecidos, que están "muy afectados" y que colaboran con los agentes encargados de la investigación.
Roberto Van Der Hoeven, amigo y portavoz de la familia, ha informado a Efe de que se encuentran en Murcia la exmujer de Lodewijk Severin junto a sus hijas y las parejas de éstas, y ha recordado que el martes tenían cita en el médico y tampoco asistieron.
Ingrid Visser, quien ha sido internacional con la selección de su país en más de 500 ocasiones, ha militado en equipos de la Liga española como el CV Tenerife, el Hotel Cantur Las Palmas y el CAV Murcia 2005, equipo éste en el que permaneció desde 2009 y hasta 2011.
Roberto van der Hoeven, que fue vecino de Severin y de su exmujer hace 30 años, ejerce como contacto ante la Policía y cualquier persona que pueda dar alguna pista sobre el paradero de los desaparecidos.
La búsqueda se inició hace cuatro días a raíz del aviso dado por el hotel murciano en el que se hospedaban. EFE