Recientemente la cadena de comida rápida, Taco Bell, anunció a sus clientes de Oakland que cerrará las puertas de sus comedores producto de la ola de crimen que se vive en esa ciudad, lo que ha afectado las finanzas de la empresa.
Fuentes cercanas al caso indican que cuatro de los cinco establecimientos de la localidad tomaron esta decisión y también eliminaron la opción de pago en efectivo de todos sus pedidos. Además, las tiendas solo atenderán a sus clientes a través de la modalidad de autoservicio.
La compañía argumentó que la política tiene el objetivo de proteger tanto a los trabajadores como a los clientes que han sido víctima de la delincuencia que se vive en el estado californiano.
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Taco Bell y la delincuencia
La decisión de la corporación de comida rápida no es la única que ha ocurrido en el estado. En las últimas semanas se dió a conocer que el restaurante de In-N-Out cerraría sus puertas tras sufrir las consecuencias de la inseguridad.
“Nuestros Clientes y Asociados son víctimas regularmente de robos de automóviles, daños a la propiedad, hurtos y robos a mano armada”, agumentó Denny Warnick, director de operaciones de la cadena de hamburguesas.
De esta manera, las autoridades se ven obligadas a crear diferentes políticas para disminuir los niveles de delincuencia que azota a la población en general de California.
Con información de Meridiano y Noticias Telemundo
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