El presidente interino de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo que este lunes inscribirá su candidatura a las elecciones presidenciales del 14 de abril por "orden del comandante Hugo Chávez" y aseveró que de retener el poder será para conducir la transición del país al socialismo.
Al aceptar la nominación a la presidencia como candidato del Partido Comunista de Venezuela (PCV), Maduro aseguró que no tiene aspiraciones personales y que llegó a la posición de presidente interino por mandato de Chávez, quien murió el martes pasado.
"Le pido fuerza y apoyo a nuestro pueblo. Yo soy un hombre de la calle, yo no estoy aquí como presidente encargado ni voy ser presidente a partir del 15 de abril porque tenga vanidades o aspiraciones personalistas. Soy presidente encargado, comandante de la Fuerza Armada y candidato a la presidencia porque así lo mandó Chávez y yo voy a cumplir sus órdenes", dijo en una asamblea del PCV.
Maduro recalcó que es "hijo" de Chávez, pero "no soy Chávez", trazando la diferencia con el "comandante", de quien dijo le será "fiel a su legado".
"Yo no soy Chávez, hablando de la inteligencia, la fuerza, la capacidad de conducción, del mando. El comandante es una cosa y yo soy chavista, que vivo y muero por él. Nadie puede aspirar a que Maduro sea Chávez. Soy chavista, hijo de Chávez", señaló.
Asimismo, dijo estar satisfecho por el apoyo del PCV y recordó que ese partido fue uno de los primeros que expresó su apoyo a Chávez para las elecciones de diciembre de 1998, el primer triunfo electoral de Chávez.
En medio de gritos de los militantes comunistas de "Maduro al yanqui dale duro", el presidente interino pidió ayuda para continuar la transicón al socialismo porque "aún seguimos en una sociedad capitalista".
Chavez murió a los 58 años el martes pasado después de casi dos años de lucha contra el cáncer. Sus restos siguen expuestos a urna abierta en la Academia Militar, ante una manifestación de seguidores.
Maduro inscribirá el lunes su candidatura para las elecciones presidenciales que el Consejo Nacional Electoral (CNE) convocó para el 14 de abril, esperando heredar el apoyo de los simpatizantes del fallecido Chávez, quien lo ungió como su abanderado para la transición.
Todavía no se sabe si Maduro se medirá con el líder opositor Henrique Capriles Radonski, quien recibió el apoyo de la alianza opositora Mesa de Unidad Democrática, pero sigue examinando si aceptará asumir un tercera campaña proselitista en cinco meses.
La campaña electoral para el 14 de abril será "relámpago", de apenas 10 días y aunque comenzará el 2 de abril, Maduro ya hace esfuerzos por posicionar su imagen como un candidato heredero de Chávez, aunque distinto al carismático líder bolivariano.
Maduro podrá hacer campaña sin abandonar el cargo de presidente interino, según estableció una sentencia del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
Los venezolanos quedaron ante un horizonte electoral inmediato cuando todavía siguen interminables las filas de simpatizantes que quieren rendirle honor a Chávez.
La mayoría de los visitantes van vestidos con camisetas rojas, distintivo tradicional del chavismo, en las largas colas comentan la candidatura de Maduro y reciben mensajes de dirigentes oficialistas sobre el voto para el abanderado del gobierno.
Maduro, de 50 años, es un ex dirigente obrero con formación marxista. Pasó de ser chofer de autobús del Metro de Caracas a diputado, luego a titular la Cancillería y después a presidente interino, reviviendo el sueño de que la clase trabajadora lleve a uno de sus representantes al poder.
Estuvo muy cerca de Chávez durante toda su convalecencia por el cáncer y antes de morir éste llamó a sus partidarios a votar por Maduro en caso de que no superar la cuarta operación.
Fiel a su mentor y líder de la revolución bolivariana, Maduro ha mostrado que prefiere seguir el camino de la retórica ideológica izquierdista que inclinarse a las negociaciones, como auguraban los analistas.
Maduro fue nombrado en el cargo de vicepresidente en octubre pasado y en diciembre el mandatario lo certificó como su eventual sucesor, lo que colocó todos los reflectores de la política en el ex dirigente sindical.
En sus apariciones públicas, confirmó que sigue la senda marcada por Chávez de propiciar la polarización entre simpatizantes y opositores del proyecto bolivariano, el discurso izquierdista, inspirado por el sueño socialista y la retórica antiimperialista.
Durante casi seis años al frente de la Cancillería, Maduro se ganó elogios públicos de Chávez, quien a veces bromeaba diciendo: "Mira a dónde va Nicolás de autobusero". En el cargo se convirtió en un portavoz del líder bolivariano para estrechar las relaciones con países amigos.
"Esta banda le pertenece a Hugo Chávez", dijo Maduro con lágrimas al recibir la banda presidencial el viernes como gobernante interino. "Yo asumo esta banda de él para cumplir el juramento de continuar su camino, la revolución y echar adelante la indepedencia y el socialismo y hahcer cumplir su legado (de Chávez)", agregó./AFP