Más de 300.000 armas de fuego han sido destruidas en los últimos nueve años en el país como parte de las políticas del Estado para el desarme de la población, informó el secretario técnico de la Comisión Presidencial para el Desarme y Control de Armas y Municiones, Pablo Fernández.
"Tenemos un registro récord en la región. (La destrucción de armas) se ha mantenido como política de Estado y tenemos nuestras metas para seguir destruyendo armamento incautado", expresó.
Durante su participación en el programa Toda Venezuela, transmitido por Venezolana de Televisión, Fernández dijo que ahora comenzará el proceso voluntario de desarme, el cual ha tenido una respuesta positiva de parte de jóvenes que quieren deshacerse de las armas de fuego y respaldar el plan.
"Ya ese llamado que ha hecho el presidente Nicolás (Maduro) ha tenido una respuesta muy significativa en jóvenes de las barriadas populares que nos han contactado y están dispuestos a entregar las armas de fuego", manifestó Fernández.
Añadió que estos jóvenes han aceptado el llamado a construir un nuevo proyecto de vida basado en la paz y en la sana convivencia, con el objeto de integrarse a la sociedad de una manera más armónica.
Fernández consideró que al tener un control estricto de las armas, con la ayuda del Poder Popular, se podrá avanzar en el desarme de la población.
El secretario técnico de la Comisión Presidencial para el Desarme sostuvo que las armas de fuego vendidas de forma desmedida en los 80 y 90 son en su mayoría las usadas para causar las muertes en las calles del país.
Agregó que en la cuarta República "el capitalismo más salvaje permitió la comercialización absolutamente desbordada de armas de fuego"./AVN