La Arquidiócesis de Miami anunció la liberación del padre Gustavo Santos, un sacerdote venezolano de 32 años, quien fue detenido por las autoridades de inmigración a su regreso de un viaje al extranjero a pesar de contar con una visa de tipo R-1 válida.
El incidente, calificado como "repentino e injusto" por la Arquidiócesis, tuvo lugar el martes cuando el padre Santos regresaba de Londres.
Este martes, al intentar reingresar al país, el sacerdote se encontró con una negativa de entrada por parte de las autoridades fronterizas, a pesar de que su visado religioso está en vigencia hasta el próximo mes de noviembre.
La Arquidiócesis, que representa a más de 1.3 millones de católicos en la región, denunció el arresto a través de un comunicado. La situación generó preocupación inmediata dentro de la comunidad eclesiástica.
¿Cómo se resolvió el inconveniente?
La situación del padre Santos se resolvió rápidamente gracias a la intervención del arzobispo Thomas Wenski y la asistencia legal proporcionada por la organización Catholic Legal Services. Esta colaboración fue fundamental para llevar el caso ante un juez. Posteriormente, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) reconsideró la detención y autorizó el reingreso del sacerdote al país.
Tras la resolución favorable, el padre Gustavo Santos fue puesto en libertad y se le permitió regresar a sus funciones ministeriales en la iglesia St. John Neumann, ubicada en Miami.
En un comunicado de tres párrafos, la Arquidiócesis de Miami expresó su gratitud por la pronta resolución del caso y dio la bienvenida al padre Santos.
"Estamos agradecidos por la pronta resolución y damos la bienvenida al padre Santos de vuelta a su ministerio", declaró la Arquidiócesis.
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