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Un trabajo realizado por The Washington Post señala que cuando Rudolph W. Giuliani, abogado del presidente Donald Trump, fue a Madrid en agosto para reunirse con un importante asesor del mandatario ucraniano y presionar por investigaciones políticas solicitadas por la Casa Blanca, también se reunió con un cliente previamente no identificado con intereses muy diferentes.
Según resaltó el portal norteamericano, mientras Giuliani estaba en España se quedó en una propiedad histórica perteneciente a Alejandro Betancourt López, quien había contratado al abogado personal de Trump para que lo ayudara a lidiar con una investigación del Departamento de Justicia sobre presunto lavado de dinero y soborno.
La fuente señala que un mes después, Giuliani fue uno de varios abogados que representaban a Betancourt en Washington. Los abogados se reunieron con el jefe de la división criminal del Departamento de Justicia y otros abogados del Gobierno para argumentar que el venezolano adinerado no debería enfrentar cargos criminales como parte de un caso de lavado de dinero de 1.200 millones de dólares presentado en Florida el año pasado, dijeron las personas que, como otros en este informe, hablaron bajo condición de anonimato debido a la investigación en curso.
Betancourt no es uno de los ocho hombres acusados en el caso empresarios de élite y banqueros que, presuntamente, conspiraron para robar dinero de Pdvsa y luego lavarlo a través de compras de bienes raíces en Miami y otros esquemas de inversión, grupo que incluye a su primo.
Para leer más, visite The Washington Post.
2019-11-26
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